El comité de BSH denuncia la actitud de Inspección ante el riesgo por amianto
GARA |
El comité de la empresa BSH Krainel, de Gasteiz, mostró ayer su indignación por la actitud de la Inspección de Trabajo ante una situación «que puede atentar contra la salud de la plantilla de la empresa y de las personas que se encuentren próximas» en un pabellón anexo a la empresa.
Se trata de un pabellón abandonado hace algunos años, y que se ha ido deteriorando tras ser utilizado como vivienda por algunas personas o de donde se ha ido extrayendo chatarra sin ningún control, según explicó el comité, que señala que este abandono terminó por afectar a la estructura y el tejado de uralita acabó por venirse abajo.
La caída provocó la ruptura de la casi totalidad de la uralita, un material compuesto por crisotilo (amianto blanco), «que aunque se considera un material no friable, una vez roto desprende fibras de este elemento cancerígeno».
El comité denunció los hechos a la Inspección de Trabajo, que visitó el lugar y el pasado mes de febrero exigió al dueño del pabellón varias medidas, entre ellas la retirada del amianto y el desescombro del lugar.
Sin embargo, los representantes de los trabajadores han constatado que «a día de hoy todavía no se ha tomado medida alguna y tampoco se ha dispuesto de medidas preventivas que evite la dispersión de partículas de amianto».
Otra denuncia
Ante esta situación el comité presentó una nueva denuncia ante la Inspección de Trabajo, «sin que por el momento, ésta se haya puesto en contacto con nosotros. Mientras, vemos cómo pasa el tiempo sin que, teniendo todo el amianto a la intemperie, se ponga solución por parte de ninguna administración», concluyó.
Por otro lado, recordó que antes del desplome de la cubierta, responsables de BSH Krainel y el propio comité alertaron a la Policía Municipal y a la Ertzaintza para que avisasen al dueño del pabellón para evitar el destrozo. «Los policías nos comunicaban que el responsable del pabellón evadía su total responsabilidad», señalaron.