Dimite un obispo irlandés, secretario de papas, implicado en los abusos
GARA
El papa Benedicto XVI aceptó ayer la renuncia del obispo de Cloyne, en Irlanda, John Magee, por su implicación en los casos de curas pederastas en ese país. Magee, de 73 años de edad, fue secretario privado de los papas Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II.
John Magee presentó su renuncia el 7 de marzo de 2009, tras conocerse que retrasó las investigaciones sobre presuntos casos de pederastia denunciados en su diócesis.
La dimisión fue aceptada en conformidad con el artículo 401/2 del Código de Derecho Canónico, por el que «se ruega encarecidamente» a los obispos que presenten su renuncia «si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo».
Tras conocer que Benedicto XVI había aceptado su dimisión, Magee pidió «sinceramente perdón» a todas las personas que han sufrido abusos por parte de religiosos.
El obispo es uno de los cuatro prelados que han dimitido en los últimos meses tras conocerse los dos informes oficiales irlandeses -el Informe Ryan y el Informe Murphy- que desvelaron que durante 70 años centenares de niños de Irlanda sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos en ese país, sobre todo en la archidiócesis de Dublín, entre 1975 a 2004.
La Iglesia católica irlandesa agradeció a Magee su «cooperación» con las autoridades eclesiásticas.
Su dimisión se ha producido tras la carta enviada por el papa Benedicto XVI a los católicos irlandeses, en la que pidió perdón a las víctimas, ordenó una inspección de las diócesis y seminarios donde se cometieron esos abusos, y calificó de «lamentable» la gestión de lo sucedido por parte de los obispos irlandeses.
Los grupos de las víctimas mostraron su decepción por esta carta, al considerar que el Pontífice se olvida de la responsabilidad del Vaticano y de la jerarquía católica local al dirigir principalmente sus críticas solamente hacia los sacerdotes.