Vende cara su piel en el Nou Camp
Hora y pico para la dignidad
Los de Camacho hicieron sufrir lo indecible al mejor equipo del mundo hasta el minuto 72. Después las individualidades culés desequilibraron la balanza, pero no desmerecieron el formidable trabajo defensivo.
BARCELONA 2
OSASUNA 0
Natxo MATXIN
No hubo premio en forma de puntos, pero Osasuna sacó el genio del equipo aguerrido que se le presupone. Los preámbulos no eran nada halagüeños tras lo padecido ante el Racing, sin embargo, los de Camacho, quien elaboró un gran planteamiento para frenar al Barça, a punto estuvieron de dar la campanada. Al final se quedaron con un partido serio y una imagen lavada, que no es poco.
Los rojillos cortocircuitaron durante hora y pico la engrasada maquinaria culé, totalmente perdida gran parte del encuentro. El gran bagaje defensivo navarro, plasmado en su excelente colocación -una pena los metros retrasados tras la reanudación- y el derroche físico, debe servir de trampolín para remontar definitivamente el vuelo liguero.
Incluso algún aficionado rojillo pudo llegar a soñar cuando Osasuna comenzó tuteándole al Barcelona, robándole balones en medio campo gracias a la presión muy arriba que ejercía y disponiendo de ocasiones como para adelantarse en el marcador. Vadocz la tuvo muy clara a los tres minutos y sólo la manopla de Valdés evitó un inicio más que sorprendente.
Descarada, la escuadra dirigida por Camacho tenía bastante más llegada que los culés, mientras que Guardiola ordenaba constantemente el movimiento de sus hombres en la medular y las alas. Antes de que llegara el primer cuarto de hora, los rojillos dispusieron de dos más. Nekounam, a la salida de un corner, pudo poner el 0-1 de cabeza y en el diez, Masoud pecó de individualista cuando quiso rematar muy esquinado en lugar de ceder a algún compañero mejor ubicado.
Había que frotarse los ojos. Al Barcelona apenas le duraba la pelota y eran los navarros quienes dominaban el cuero sin prácticamente sufrir, bien colocados y con constantes ayudas en defensa. Juanfran y Camuñas llegaban por ambas bandas y hacían temblar los cimientos del feudo azulgrana. Sólo la ausencia de un killer impedía que la presencia rojilla en el área culé se materializara en goles.
Tic, tac, tic, tac... Media hora y las estrellas locales controladas por completo. Osasuna seguía sólido como una roca. Ver para creer. Y los visitantes continuaban tocándola mucho mejor y generando los lances de mayor peligro; las llegadas y el tempo del partido eran rojillos. La escuadra navarra taponaba a las mil maravillas cualquier vía y el considerado mejor equipo del mundo sufría horrores. El empate a cero del descanso abrigaba esperanzas.
Retraso por Guardiola
La preocupación de los anfitriones era patente y el tiempo que les costó salir al campo para disputar la segunda parte, bastante más del habitual, así lo atestiguaba. Osasuna estaba haciendo muy bien las cosas y ello obligó a que Guardiola tuviera que dar más explicaciones de las cotidianas en vestuarios.
Los pupilos del de Santpedor quisieron agradar a su técnico y le pusieron una velocidad más al choque. Messi y Touré Yayá -el marfileño en dos ocasiones- estuvieron a punto de llegar a servicios de balones interiores. Pero los rojillos seguían muy bien plantados, quizás unos metros más retrasados, si bien manteniendo la seria compostura y sin fisuras.
Hasta que llegó el 72, previo aviso de cabeza de Keita, que sacó Ricardo. Los de Camacho ya llevaban tiempo acumulando pérdidas en medio campo y de una de ellas llegó la arrancada de Pedro para abrir a banda izquierda y apuntillar Ibrahimovic, lance prácticamente calcado al posterior 2-0. Osasuna firmaba un partido digno, pero se iba de vacío. Con este nivel, ante el Almería no se puede perder.
Los sendos empates que firmaron Valladolid y Tenerife en sus compromisos caseros permitieron que la distancia con respecto al descenso sólo se viera mermada en un punto. Pucelanos y canarios se encuentran ahora mismo a siete puntos de la escuadra rojilla.
Era otro de los quebraderos de cabeza del choque contra el Barcelona: que ninguno de los apercibidos de sanción vieran su quinta tarjeta. Para evitarlo, y con el 1-0 en el marcador, Camacho optó por realizar un doble cambio y retirar del césped a Nekounam y Juanfran.
El problema de salir derrotado del Nou Camp estuvo a juicio del técnico rojillo, José Antonio Camacho, en el paso atrás que dieron los suyos tras el descanso, fruto del mayor empuje que tuvieron los anfitriones tras el paso por vestuarios. «Si te empujan como en la segunda parte, al final te acaban ganando. Está claro que cuanto menos tiempo estés cerca de tu área, mejor», indicó el preparador murciano.
Pese a ello, se mostró satisfecho por el trabajo realizado por sus pupilos, en especial durante la primera parte, de la que sólo criticó el lunar de no haber sabido aprovechar las «claras» ocasiones de que se dispusieron. «Si nos vamos al descanso con ventaja, igual hubiésemos visto un partido distinto en la segunda», aventuró.
Nunca se sabrá porque los rojillos no acertaron ante Valdés, sobre todo el primer cuarto de hora, y las individualidades blaugranas acabaron por inclinar la balanza de su lado. «Ellos tienen muchos argumentos ofensivos y a nosotros nos ha faltado tener más el balón en la segunda parte», insistió el míster rojillo.
En cualquier caso, Camacho recordó que su equipo trató de tú a tú «al mejor equipo del mundo» y, aun así, «no nos hemos cortado y hemos ido a buscar a Valdés». «Nuestro problema no es perder contra estos rivales, sino hacerlo frente al Racing; ahora lo que nos hace falta es un resultado positivo», explicó.
«Hemos ganado ante un señor equipo, que en su casa nos empató a nosotros y también al Madrid. Camacho genera esa intensidad en sus equipos de apretar arriba, esa valentía que imprime a sus equipos es lo que admiro de él», reconoció, por su parte, el técnico blaugrana, Pep Guardiola. GARA
