Visita El Calderón
El león contra el herido
Los bilbainos se enfrentan a un rival imprevisible con el objetivo de dar otro salto en la clasificación.
ATLÉTICO - ATHLETIC
Amaia U. LASAGABASTER
El dicho se desdobla esta noche en el Vicente Calderón, donde el león visita al herido. Herido casi permanente, en realidad, porque el Atlético de Madrid sigue haciendo honor a su calidad de «pupas» enlazando tropiezos y, muy de vez en cuando, proezas.
Esta temporada tiene alguna con la que consolarse, como la clasificación para la final copera o los cuartos de final de la Europa League. La competición doméstica es otro cantar. Anclado -y gracias, teniendo en cuenta cómo comenzó la temporada- en mitad de la tabla, el equipo colchonero alivia de vez en cuando sus penas ganando al Barcelona o goleando al Valencia, pero les ha cogido más gusto a los batacazos. El último, el fin de semana pasado, cuando caía vapuleado en Mallorca.
Todo lo contrario, en definitiva, del león que espera hincarle el diente esta noche. Fuera de la Copa y de la competición europea, el Athletic se ha centrado en la Liga, en la que las cosas le van de miedo. Y eso que los desplazamientos se le siguen resistiendo en este 2010, en el que todavía no conoce la victoria como visitante. Pero la recuperada solidez defensiva -el Getafe le marcó dos goles, pero sólo había encajado uno en las cuatro jornadas anteriores- y la regularidad que está marcando su trayectoria en las últimas semanas, en claro contraste con los altibajos que sufren muchos de sus rivales le han ratificado como uno de los más claros candidatos a acabar en posiciones europeas. En las que se encuentra, aunque sea por golaverage, desde el domingo. Un nuevo status que, con suerte, anima aún más a los bilbainos. Sobre todo porque hoy puede mejorar, tras los resultados de sus rivales en la pelea continental. En caso de victoria, el Athletic superará a un Sevilla en horas bajas, distanciará al Deportivo en tres puntos y reducirá a sólo dos su desventaja respecto al Mallorca, que empató anoche.
El problema es que ante ese herido permanente que es el Atlético de Madrid, no valen ni las tendencias, ni las sensaciones. A los vizcainos no les queda otra que intentar firmar un buen partido y confiar en que su rival no tenga uno de esos días en los que nombres y fichas millonarias se hacen notar sobre el césped.
Caparrós, por lo menos, no se fía. Menos aún ahora que ve a los madrileños «en su mejor momento de la temporada. Está en la final de Copa, en cuartos de final de la UEFA y fuerte en su campo. Además, tiene una fuerte identificación con el entrenador. En casa está muy sólido y es un equipo más equilibrado», advirtió. En realidad, importa lo justo, porque la receta del técnico para los suyos es más o menos la habitual, jugar «a un alto nivel de concentración de juego a nivel individual y colectivo, apretar y darle importancia al balón».
Dos cambios
Caparrós, por otro lado, mostró plena confianza en Ustaritz y Ander Iturraspe, las dos novedades previstas en el once -aunque Iker Muniain podría sustituir a Igor Gabilondo-, ante la sanción de Fernando Amorebieta y Pablo Orbaiz.
En la convocatoria también entran Fran Yeste -por primera vez desde el partido de Bruselas-, Koikili y el central del filial Haritz Borda.