GARA > Idatzia > Iritzia> Kolaborazioak

José Luís Paulín Médico y miembro de Oiartzun ke?

Vertederos: sí o sí

Si en el momento de la apertura del vertedero de San Marcos hubiese estado funcionando a pleno rendimiento el puerta a puerta, en la fecha en la que se cerró hubiese estado ocupado tan sólo en un 10-20% de su capacidad y sin problemas

La comunidad científica internacional dice: «La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma». Con el llenado y contaminación de los vertederos tradicionales nos hemos dado cuenta de la dimensión del problema de la gestión de los residuos que generamos. Así, en los últimos años asumimos la necesidad de reciclar (no tanto de reutilizar, reducir y compostar) y, además, vemos en el vertedero la fuente de todos los males de la gestión de las basuras.

Por ello, actualmente tenemos dos propuestas:

1.- La incineración. Con 4 ó 5 contenedores, asegura que, previo «teórico» reciclado y compostaje, el resto se quemaría, por lo que, en la ciudadanía queda la imagen falsa de que no haría falta un vertedero.

2.- Recogida selectiva puerta a puerta. Tiene unos niveles de reciclado muy superiores a donde ya existen modelos de incineración con reciclado previo, pero con un residuo que necesitaría la palabra maldita: un vertedero.

Pues bien, desde el movimiento anti-incineración de Gipuzkoa queremos manifestar que cualquier sistema de gestión de los residuos que no contemple el objetivo de residuo cero necesitará un vertedero, tóxico o de inertes, y que mientras no lleguemos al residuo cero un vertedero de inertes no es algo que de por sí tenga que ser malo. Como ambas propuestas los necesitan, la diferencia es el tipo de vertedero.

La incineración puede llegar a reducir el volumen de lo quemado un 90%, pero el 10% que nos queda nos exige muchos vertederos, a saber:

El volumen que queda tras la combustión son cenizas, las cuales son de 2 tipos: volantes (tóxicas) y de fondo o escorias (con una combustión adecuada «teóricamente» no tóxicas). Las volantes necesitan de un vertedero de residuos peligrosos y/o inertización mediante cemento (aumento de volumen). Las escorias podrían ser utilizadas en materiales de construcción, pero en muchas ocasiones se ha visto que no están libres de tóxicos; por ello, en muchos sitios se cuestiona la seguridad de la utilización de las escorias como material de construcción tanto por su potencialidad tóxica como por la mala calidad de esos materiales. Esto origina que en muchas incineradoras se estén acumulando montañas de escorias en espera de un vertedero de residuos peligrosos. Es decir, vertedero caro y peligroso. Pero hay más ...

El agua que se utiliza para el enfriamiento de las escorias, los lixiviados de la fosa de almacenamiento de basuras y los filtros se contaminan, por lo que necesitan vertederos de seguridad.

Las toneladas de gases y partículas (ahora tóxicos) que salen por la chimenea van a parar a un inmenso vertedero que se llama aire, en donde las que se quedan contribuyen al efecto invernadero y las que caen lo hacen en otro inmenso vertedero de unos 15 kilómetros a la redonda de la incineradora, donde otros pequeños pero múltiples vertederos recogen nuestros residuos, son las plantas, animales y agua que nos rodean y de los que nos alimentamos. Con ello nosotros y nosotras, y nuestros hijos e hijas, terminamos convirtiéndonos en vertederos de parte de nuestros propios desperdicios.

En la recogida selectiva puerta a puerta los niveles de reciclaje ascienden al 80-90%, y con el objetivo de residuos cero se podría superar el 90%. Es decir, tendríamos también entre un 10 y un 20% de fracción de rechazo que sí, necesitaría un vertedero. Este residuo sería inerte, es decir, no tóxico, por lo que no sería necesario un vertedero especial, estaría libre de materia orgánica por lo que no emitiría ni malos olores ni gases ni contaminaría. Por ello, además, resultaría barato.

Un ejemplo: si en el momento de la apertura del vertedero de San Marcos hubiese estado funcionando a pleno rendimiento el puerta a puerta, en la fecha en la que se cerró hubiese estado ocupado tan sólo en un 10-20% de su capacidad y sin problemas.

Pero si con el puerta a puerta hace falta vertedero, ¿dónde lo pondríamos? Con una ínfima parte del espacio que nos están quitando las infraestructuras que asfixian nuestro pequeño territorio, tendríamos suficiente para poner vertederos de las características descritas. Por cierto, ¿Dónde se va a poner el vertedero de tóxicos de la Incineradora?

«La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma», ¿en qué?, depende de nosotros.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo