Obama y la historia o «la historia de Obama»
Dabid LAZKANOITURBURU | Periodista
El presidente de EEUU ha hecho historia con la aprobación de la reforma sanitaria. Y no sólo porque ha logrado sortear la piedra en la que han tropezado sus antecesores en el último medio siglo.
Obama ha hecho historia al lograr unir bajo la misma pancarta a dos formas de pensar en principio antagónicas pero que resulta que, al final, están más cerca entre sí de lo que pensamos.
La derecha republicana le acusa de querer instaurar el socialismo en EEUU. Y sectores de la intelectualidad izquierdosa europea le reprochan, desde el principio de su carrera hacia la Casa Blanca, que paradójicamente no hace nada para instaurar el socialismo en EEUU.
Dejando a un lado la estrategia de los primeros -deberán hacer algo más que apelar a los más bajos instintos de la derecha religiosa ultra estadounidense si quieren ganar en 2012-, la cercanía, sea geográfica, convierte en más preocupante la argumentación de los segundos.
Obama no fue, es ni será lo que los fantasmas de nuestro imaginario querrían o, me temo que en algunos casos, temerían. Y EEUU no son Europa. No es un juicio de valor sino una constatación.
La aplicación de esquemas propios para analizar la realidad estadounidense recuerda a la justificación neocon de las aventuras en Irak y Afganistán: exportar la «democracia americana».
Obama deberá blindar con regulaciones los intentos de las aseguradoras y los lobbies para burlar el espíritu de la ley de reforma sanitaria. Pero millones (32) de estadounidenses tendrán, dentro de unos años y por primera vez, seguro médico. Y despreciar eso es, por no faltar, vivir en la luna.