El presidente de BBK, Mario Fernández, destacó ante la Asamblea Ordinaria de la caja vizcaina que, «aunque encabecemos la lista de entidades más solventes, BBK no está al margen de la crisis, ni vive en una isla. Nos afectará como a todos, si bien con una posición de partida más sólida». En este caso, indicó en la nueva Sala BBK, en Gran Vía 19, que las expectativas para 2010 son «de disminución de una cuarta parte de los ingresos para el conjunto del año», para lo que adelantó que se hace necesario «recortar gastos», pero añadió que «superaremos los retos con el compromisos de todos los que formamos parte del proyecto de BBK».

En 2009 alcanzó un beneficio neto de 288,6 millones, «que nos sitúan como la segunda caja por beneficios del Estado español» y destinó más de 222 millones a reservas «para mantener y garantizar la Obra Social». Según los datos que aportó el presidente de BBK, la caja vizcaina se situó en séptima posición por beneficios del sector financiero español; fue la primera en solvencia, con un 22,2%, que duplica a la media. Es la que menos morosidad tiene, un 2,49%, pero Mario Fernández alertó de que en dos años se ha pasado del 0,69% al 2,49% «un alto peaje por la crisis». Sólo está descontento con la posición que tiene en cuanto a los activos que maneja, ya que «nos hemos clavado en los 30.000 millones. Necesitamos crecer», precisó.

Criticó la «falta de credibilidad» del Gobierno español, «que lleva no se sí son 174 medidas anticrisis, sean acertadas o no, nadie se las cree. Ese es el problema». Según dijo, la crisis afecta de forma importante al sector financiero, por lo que adelantó que la reestructuración del sector «nos permitirá jugar un papel activo».

En ese caso, descartó fusiones y, en cambio, se mostró favorable a cualquier otra operación desde adquisición de redes de oficinas o colaboración en actuaciones con otras entidades. «El escenario de 2010 dejará desnudas a algunas entidades y vislumbrará nítidamente las cajas que puedan aportar garantías de futuro frente a las que necesitan capital y ayudas públicas. Afortunadamente -señaló ante la asamblea- BBK pertenece al primer grupo».

Aplazamiento

Mario Fernández, en este orden de cosas, aplazó el tema de la posible fusión de las cajas vascas hasta después de las elecciones municipales del próximo año. El máximo responsable de BBK reconoció que los últimos datos del último trimestre de 2009 ofrecidos por la Confederación de Cajas de Ahorros (CECA), han introducido «preocupación» en el sector. Unido a esta posición, Fernández destacó que el proceso se tiene que hacer sin prisas, porque «ya se han producido dos intentos, que han fracasado», resaltó.

Antes sin duda pretende alcanzar una mayor dimensión. «Desde unos parámetros financieros que nos sitúan a la cabeza en términos de riesgo, solvencia y eficiencia, afrontamos el reto de alcanzar una mayor dimensión sin perder la eficiencia que nos caracteriza y emprender una renovación profunda de nuestras bases de negocio. En definitiva., -expresó- para mantener el liderazgo histórico, necesitamos reinventarnos para adaptar los principios fundacionales a la sociedad globalizada».

Modelo estadounidense

Mario Fernández se mostró de acuerdo con analizar la evolución del modelo de cajas. «No tenemos que inventarnos nada, porque hay dónde fijarnos: Gran Bretaña, Italia, Noruega, Alemania. El debate es sano», pero reclamó «honestidad» ante algunas operaciones de cajas y bancos, como es el caso de Banca Cívica, en la que participa la Caja de Ahorros de Navarra.

Censuró la posición de los bancos que «están intentando pescar en río revuelto» y lamentó las críticas que llegan desde la patronal bancaria sobre la politización de las cajas.

Para él, la crisis en el sector financiero «provocará una presión regulatoria», pero se manifestó contrario a que «se nos lleve a un modelo de negocio bancario que se produce en Estados Unidos, que ha sido el que nos ha llevado a la crisis». A su juicio, los pasos que se están dando van en esa dirección, que consideró errónea, y, por lo tanto, lamentó que «el Gobierno español no haga lo necesario para evitar ese problema. Algunas cajas, con carteras industriales importantes, han tenido que ir a Bruselas a presionar para que no se avance en esa línea».