«El teatro tiene la habilidad de hacernos sonreír, de hacernos llorar, pero también debería hacernos pensar y reflexionar», dice la actriz Judi Dench, elegida este año por el Instituto Internacional del Teatro para la redacción del mensaje del Día Mundial del Teatro que se celebró ayer. «El teatro es una fuente de entretenimiento e inspiración con la habilidad de unificar las diversas culturas y gentes que existen en el mundo. Pero el teatro es más que eso, además provee oportunidades de educar e informar», añade el manifiesto.

Varias ciudades celebraron este día con distintas iniciativas. En Bilbo, niños y niñas de entre ocho y doce años del taller de teatro de BilbaoEszena realizaron una lectura dramatizada del manifiesto, acompañada con música, «dando protagonismo a las nuevas generaciones en cuyas manos estará, a corto plazo, el futuro de las artes escénicas».

En Donostia, la compañía Hika representó en el teatro Victoria Eugenia su última obra, «Aitarekin bidaian», ganadora del X. Donostia Antzerki Saria. El público pudo disfrutar del espectáculo con entrada libre. Protagonizada por los actores Joxe Ramon Soroiz y Joseba Apaolaza, y con el acompañamiento del músico de Jabier Muguruza, la obra trata la relación entre padre e hijo, cuando el Alzheimer se cruza en sus vidas. Antes de la actuación, la compañía recibió el premio, una obra de Juan Luis Goenaga y 10.000 euros en metálico.

«Obligado a reinventarse»

Por su parte, la consejera de Cultura de Lakua, Blanca Urgell, declaró que el teatro está «obligado a reinventarse, a innovar en sus prácticas y a crear nuevos lenguajes en nuevos espacios», y señaló que esta celebración es «una llamada a la acción este año en medio de la incertidumbre» por la crisis económica y la revolución tecnológica «que está transformando» los usos culturales.

«Son tiempos de preocupación y dudas más que razonables sobre cómo dar cobertura eficientemente a todas aquellas estructuras, empresas y profesionales con vitalidad y ganas de futuro, pero es también tiempo para alimentar la esperanza de que la coyuntura sombría de hoy haga más fuerte el teatro de mañana», aseguró.

Urgell apuesta por «seguir alimentando el conocimiento compartido, el trabajo cooperativo, la necesaria confianza entre los diferentes agentes escénicos para orientarnos mejor hacia un futuro viable». Tras reconocer el «talento y buen hacer» de los profesionales de este sector, Urgell avanzó que se dará un impulso a la creatividad artística, a la investigación y a la detección «al nuevo talento» que, según dijo, se canalizará a través del programa «Fábricas de Creación». También se está reformulando la red de teatros públicos municipales «para potenciar su función mediadora entre creadores y públicos», indicó.