Los manifestantes convocados ayer tarde en el centro de la capital alavesa caminaron portando una larga cuerda de la que colgaban carteles con los nombres de todos los pueblos de Nafarroa y Araba por los que atravesaría la línea de alta tensión proyectada. En total, una veintena de consistorios se había sumado a esta nueva protesta que sigue recabando adhesiones en contra de este proyecto eléctrico. Apoyos también cuestionados en algún caso, como en el de la proposición no de ley del PP en el Congreso español, y respaldada por el PNV, que Alberto Frías tildó de «brindis al sol». El portavoz de la plataforma contra la línea de alta tensión se refirió a ella en esos términos, aduciendo que «no entra al fondo del asunto, que es la justificación o no de la red».

«No se trata de trasladar un problema de una zona a otra, en este caso de la Montaña a la Llanada Alavesa, sino de poner en solfa si esta red es necesaria y cuáles son sus objetivos», dijo.

Frías insistió en que una red de alta tensión en esta zona «no está justificada» porque «existen alternativas ya construidas» a través del corredor del Ebro. El polémico trazado atraviesa, entre otras zonas, Lizarraldea y la Montaña Alavesa, que en su mayor parte está incluida en la Red Natura 2000 o en el Catálogo de Paisajes Singulares y Sobresalientes.

El proyecto, no obstante, ha dado el primer paso en su tramitación con la presentación de los documentos de anteproyecto y evaluación de impacto ambiental ante las delegaciones de Gobierno de las tres comunidades afectadas y en los próximos días comenzarán a publicarse los anuncios oficiales.