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Aitor ibarguren Bilbo

No pasa nada

Está todo bien, en serio, todo el mundo tiene derecho a rectificar. No pasa nada. Porque estoy seguro de que todas las personas que este domingo vayamos a pisotear con paso firme esa frontera ficticia que divide Euskal Herria reivindicando que somos una nación y que necesitamos un estado, seremos bien recibidos allí. De eso se trata, de aglutinar fuerzas en favor de la patria vasca, tanto el domingo como el resto del año.

Por eso está bien que, a través de una carta firmada por Iñaki Aldekoa (GARA, 2010-4-1), los dirigentes de Aralar rectifiquen en postura inicial de no acudir al Aberri Eguna unitario convocado por la red Independentistak. Doy por hecho que, por el tono en que está escrita, no se trata de una carta personal y que transmite la postura de la Ejecutiva de ese partido sobre el Aberri Eguna, puesto que, si no, su valor sería mucho menor. Me ha llamado la atención que ningún otro medio se haya hecho eco de este cambio de postura, pero supongo que se deberá al comienzo del periodo vacacional. De todos modos, algunos diarios tenían ese mismo día un encarte publicitario de Aralar en el que no se hacía referencia a dicho cambio de postura.

Lo que no me ha parecido bien es que la dirección de Aralar justifique su cambio alegando que se debe a una aclaración dada por los organizadores del Aberri Eguna unitario. En contra de lo que defiende Aldekoa, todo lo que el portavoz de Independentistak, Txutxi Ariznabarreta, ha explicado a posteriori sobre la convocatoria de Hendaia e Irun y sobre la naturaleza de esta iniciativa ya aparecía claramente reflejado en la presentación de la red y en el documento «Ari Gara» (www.independentistak.net).

Sinceramente, creo que la rectificación de los dirigentes de Aralar se debe a que se han dado cuenta de que su base electoral iba a acudir masivamente, con o sin su beneplácito, a la convocatoria de Hendaia e Irun de este domingo. Pero no pasa nada, todo el mundo se equivoca. De hecho, entre otras razones, Aralar surgió porque algunos miembros de la izquierda abertzale rectificaron sus posturas anteriores. Habrá quien piense que esta explicación no sirve para analizar la evolución política de Patxi Zabaleta; yo creo que sí. Pero, en todo caso, la hemeroteca indica que sí sirve para Iñaki Aldekoa.

Como decía, todo el mundo tiene derecho a rectificar, pero falsear las razones de ese cambio de postura no aporta nada políticamente. Creo que Aralar terminará rectificando también en otras cuestiones, como las expresadas recientemente por otros de sus dirigentes («La paz vasca», GARA, 2010-3-25). Su lectura sobre el momento que vive Euskal Herria se asemeja más a la de Iñigo Urkullu que, por ejemplo, a la de los firmantes de la Declaración de Bruselas. Y eso se contradice con el pensamiento de la mayoría de su base, a excepción de una casta cuya única ideología es su visceral rechazo a la izquierda abertzale. También es cierto que Zabaleta, Abril y Ubera desconocían la existencia de la Declaración de Bruselas y que necesitarán su tiempo para adecuarse a un nuevo escenario. No pasa nada. Quizá la imagen de un pueblo caminando hacia su futuro que este domingo viviremos los abertzales en torno al Bidasoa les haga reflexionar. Ahora bien, que sepan esos dirigentes que tampoco pasaría nada si siguiesen con su guión oficial y se quedasen en Urruña. Lo importante somos los miles y miles de ciudadanos que secundaremos el Aberri Eguna con el lema «Nazio bat gara, Estatua behar dugu».

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