El presidente de Guinea Bissau, Malam Bacai Sanhá, afirmó ayer que «la situación está bajo control» tras el motín y el intento de destruir al primer ministro, Carlos Gomes Júnior, por parte de un grupo de militares encabezados por el coronel António Indjai, autoproclamado jefe del Estado Mayor en lugar de José Zamora Induta.

Según dijo a Efe el portavoz de la ONU en Bissau, Vladimir Montero, Sanhá, tras reunirse con Indjai, señaló que «ahora estamos viendo qué sucede con Induta», que estaba detenido en la fortaleza de Amura, junto con otros 4o oficiales, por los militares amotinado.

A los amotinados se unió el almirante José Américo Bubo Na Tchuto, ex jefe del Estado Mayor de la Armada, acusado de intentar dar un golpe de Estado contra el presidente Joao Bernardo Vieira en 2008. Vieira murió en otro ataque llevado a cabo por militares en 2009. Bubo Na Tchuto estaba exiliado en Gambia desde entonces, pero regreso en diciembre para refugiarse en la sede de la ONU en Bissau.

Bubo Na Tchuto, que ha sido acusado de colaborar con narcotraficantes sudamericanos en el traslado de cocaína hacia Europa, abandonó ayer los locales de la ONU acompañado por un grupo de militares y se presentó públicamente junto a Indjai.

En cualquier caso, la situación política es incierta, después de que los amotinados detuvieran ayer por la mañana al primer ministro Gomes Júnior y le instaran a dimitir, lo que se negó a hacer.

Un millar de personas se manifestó frente a la oficina del primer ministro para exigir su liberación y Gomes Júnior fue trasladado a su casa, mientras Indjai amenazó con disparar contra las concentraciones públicas.

Montero indicó que «las calles están vacías, hay miedo y los comercios permanecen cerrados» en Bissau.

Narcotráfico

Otra fuente de la ONU en Bissau, que pidió no ser identificada, dijo a Efe que tras estos movimientos de los militares «está el problema del tráfico de drogas en Guinea Bissau, que se ha convertido en un narcoestado donde se enfrentan varias bandas que controlan a distintos grupos de militares».

Desde hace varios años, Guinea Bissau y otros países de África occidental se han convertido en plataformas de paso hacia Europa de la cocaína producida en Sudamérica, según ha señalado la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (Onudd).

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