El PNV afirma que «necesitamos acordar un nuevo marco político»
El PNV anunció ayer su iniciativa «Ados», que incluye las actuaciones «sociales y políticas necesarias» para que el Estado español «acuerde y respete el sistema institucional que emane de la voluntad del pueblo vasco», mediante la profundización del autogobierno y el derecho a decidir. En el manifiesto, con motivo de Aberri Eguna, se denuncia también el pacto PSE-PP.GARA |
En el habitual documento con motivo de Aberri Eguna, el PNV aboga por la profundización en «la institucionalización» de la CAV y «avanzar decididamente» en su autogobierno «basado en la cada vez más amplia institucionalización y apoyado en el derecho a decidir». «Necesitamos acordar un nuevo marco político que garantice el pleno desarrollo de un sistema institucional propio, genuino y que permita nuestra presencia y voz en el mundo», precisa.
Los jeltzales declaran afrontar «el reto político de poder dar cauce a las aspiraciones democráticas» del pueblo vasco, «el derecho y la capacidad a decidir su futuro en libertad». «Euskadi debe fortalecer el sistema institucional y articular las iniciativas sociales y políticas necesarias para que el Estado acuerde y respete el sistema institucional que emane de la voluntad del pueblo vasco», explica. También plantea contrastar y desarrollar su nueva iniciativa «de la mano de la sociedad vasca» para «afrontar con garantías los retos a los que se enfrenta Euskadi», su «única patria».
El PNV recuerda, además, que son «tiempos de turbulencias» y «momentos de inseguridad e incertidumbre ante la crisis económica y social actual». En su opinión, la crisis económica se «completa» con otras «dos cuestiones», la primera de ellas, «la estrategia de persistencia del terrorismo de ETA». «ETA sigue sin atender el clamor de la amplia mayoría de la sociedad vasca para que abandone definitivamente el terrorismo», dice.
Además, se refiere al «acuerdo de hierro» entre PSE y PP, «que comparte y sustenta una estrategia de Estado cuyo fin es convertir a Euskadi en una autonomía más». «Persiguen `normalizarnos', mediante la reducción del `hecho diferencial vasco' a una `cuestión testimonial', debilitando así las propias instituciones vascas», censura.
Para el PNV esta «visión restrictiva de la realidad vasca y del Pueblo Vasco» está «impidiendo la integración y el fortalecimiento de la pluralidad social y política de nuestro país y también su desarrollo futuro cómo un país con personalidad propia». «Ambas estrategias resultan ruinosas para nuestro pueblo, tanto desde el punto de vista ético como democrático», enfatiza.
Frente estas dos cuestiones, asegura que «siempre optará» por «el humanismo ético y los valores democráticos, el autogobierno basado en la permanente institucionalización y la construcción dinámica, progresiva e integral de la nación vasca así como en el reconocimiento y ejercicio de su derecho a decidir por sí misma».
La formación jeltzale completa su «diagnóstico» de la «realidad política» con una crítica a la «ineficacia en la gestión y la incapacidad para afrontar la crisis económica del actual Gobierno vasco». «Un Gobierno sin rumbo ni liderazgo. Un Gobierno débil que genera desconfianza e incertidumbre, que no aporta luz sino desasosiego y desesperanza a la sociedad vasca», apunta. Para el PNV el proyecto del Ejecutivo López está «edificado» para «hacer frente al nacionalismo» y no «para construir el país ni gestionar con solvencia las políticas públicas».
El camino a la pacificación
Ante la cita de hoy, Eusko Alkartasuna realiza un análisis en el que subraya que, gracias al acuerdo «conseguido» entre las fuerzas independentistas sobre «la renuncia total a la violencia para lograr objetivos políticos», ya ninguna fuerza soberanista «justifica los actos violentos» como «arma política», lo que «supone un paso decisivo hacia la pacificación».
Ante la asunción de esta «premisa», considera que se abre «el camino para la colaboración, la puesta en marcha de un movimiento soberanista, plural y no violento» que permitirá «establecer una estrategia completa para dar pasos hacia un proyecto que tiene un apoyo mayoritario en la sociedad vasca».
La nación que reclama EA se basa en la justicia social, «garantizando la igualdad real entre las personas, garantizando los mecanismos para el desarrollo de una vida digna». «Afirmaremos el derecho innegable e irrenunciable que tiene nuestro país para actuar y desarrollarse en paz, en una convivencia política normalizada», agregó, tras recordar que ha manifestado «en repetidas ocasiones» que «no se puede construir un país sin paz ni justicia social».
La formación que lidera Pello Urizar afirma que el Aberri Eguna de 2010 se celebra en una coyuntura política en la que «los partidos de adscripción española tienen como objetivo claro arrinconar al conjunto del movimiento soberanista», lo que supone «una postura que se alimenta de la falacia de que todo lo que huele a vasco es ETA».
A su juicio, esta «máxima» llevaría a tener que renunciar, en un futuro, «tal y como públicamente lo han solicitado en más de una ocasión», a aspiraciones «totalmente legítimas» y que son «el sentido de la existencia de Eusko Alkartasuna, como es la independencia de Euskal Herria».
«Eusko Alkartasuna tiene claro que desde Madrid o París no vamos a obtener nunca respuesta a nuestras aspiraciones como abertzales. Para ellos no somos más que una región dentro de cada Estado, y como tal únicamente van a reconocernos los derechos que a una región le competen», criticó.
En este sentido, la formación independentista censuró que el Estado francés «está redoblando sus políticas centralistas con la intención clara de que la realidad vasca se vaya diluyendo». «Una apuesta tan hostil con todo lo que significa que Ipar Euskal Herria pueda tener su departamento propio, que incluso electos y responsables políticos del PSF se han posicionado en contra», precisó.
El manifiesto jeltzale incluye una alusión al lehendakari José Antonio Agirre, «un valioso modelo para varias generaciones» que destaca «como estadista, humanista, abierto al mundo, abertzale, siempre abertzale y demócrata».
EA defiende su apuesta por «la agrupación de las fuerzas políticas, sindicales y sociales que estén a favor del soberanismo independentista para constituir el espacio sociopolítico esencial que dé respuesta a la normalización política».
El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, consideró ayer que el PNV rescatará durante la celebración del Aberri Eguna «el discurso rancio de la vieja patria vasca», e intentará «atemorizar» a sus afiliados y simpatizantes con que «viene el coco de los españolazos». De esta forma, aseguró que el PNV no perderá «la oportunidad» de pescar «en el caladero radical» para «repartirse los despojos de la bestia».
A su vez, el secretario general del PP en la CAV, Iñaki Oyarzábal, pidió «moderación» a los jeltzales, y les reclamó que se alejen «de las posiciones radicales» para volver «al camino del sentido común». Además, consideró que siempre tienen «la tentación de arrimarse» a la izquierda abertzale para «pescar» votos y manifestó el «empeño» del PP por «convencer al nacionalismo moderado» de que pueden llegar a acuerdo en muchos temas.