CANOE 86

HONDARRIBIA-IRUN 95

Hondarribia-Irun partía con vitola de posible outsider, con posibilidades para colarse en la Copa y hasta en los play offs en tercera o cuarta plaza, pero al final, entre lesiones y decepciones varias, el conjunto guipuzcoano ha completado una temporada realmente negativa, que llegaba ayer a su fin de la forma menos mala posible. Victoria sobre el Canoe, que certificaba su salvación y que le daba cierta honra al conjunto de Joan Albert Cuadrat, que además se vio beneficiado de la previsible derrota del Estudiantes frente al Ros Casares.

La victoria de las guipuzcoanas trajo además una borrachera de puntos en un partido en el que el quinteto titular del cuadro hondarribiarra rayó a grandísima altura ante un rival que, aunque acusaba la relajación de saberse fuera de la lucha por el descenso, quería despedir la campaña con una victoria ante su afición. A falta de triunfo, el Canoe dijo adiós a la temporada disputando un entretenido partido, que las de Joan Albert se llevaron por puro instinto de supervivencia.

Porcentajes de tiro

Reza un adagio del baloncesto que si tiras solo y no la metes, es que te has equivocado de deporte. Las jugadoras de Hondarribia-Irun quisieron probar ante el mundo que lo suyo es el basket, y es que presentaron una carta de tiro impresionante. Destacó especialmente el porcentaje en el lanzamiento triple, ya que las guipuzcoanas anotaron 16 tiros de tres de 29 lanzamientos. Helen Luz, Dapo y De Forge se pusieron las botas en este aspecto, martilleando el aro madrileño con saña.

Con todo, las de Cuadrat no lograron distanciarse sino después del descanso, al que se llegó con 38-41. Un parcial de 24-30 dejó bien claro que la defensa quedó relegada a un segundo plano ya que, al fin y al cabo, metiendo más se gana igual que encajando menos. Así lo hizo Hondarribia-Irun, que despide un año amargo de la forma más dulce posible.