Derrota en el Camp Nou
Un borrón previsible
El Barcelona no perdonó a un Athletic que plantó batalla y acumuló ocasiones, pero no mostró suficiente contundencia en defensa.
BARCELONA 4
ATHLETIC 1
Amaia U. LASAGABASTER
No hubo campanada. Como la inmensa mayoría de los equipos, el Athletic tendrá que ganarse los galones de otra manera, porque el Camp Nou es terreno vedado. Sólo tres escuadras, cada una en una competición, han conseguido salir esta temporada con un resultado positivo del estadio blaugrana, y el Athletic ni siquiera se acercó a la posibilidad de añadir su nombre a la lista.
Dejó anoche una imagen muy distinta, pese a la contundencia del marcador, a la de su última visita a territorio culé -la horripilante vuelta de la Supercopa-, pero a final de temporada no importa tanto la altura a la que se tenga la cabeza como desde la que se mire la clasificación. Y para eso, el choque del Camp Nou no sirvió de mucho. Esa batalla tendrá que ganársela el Athletic unas cuantas galaxias por debajo. Donde, por otro lado, no le está yendo mal hasta el momento.
El borrón previo a la cuenta nueva que deberán iniciar los rojiblancos frente al Almería, arrancó revolucionado desde los banquillos. Pep Guardiola llegaba a la cita con bajas sensibles y Joaquín Caparrós con ganas de apuntarse un tanto de los gordos, y ambos probaron fortuna con sendos lavados de cara a sus equipos. Le salió mejor -tampoco es que un Ferrari pierda potencia porque le fallen los intermitentes- al técnico catalán, aunque su rival sacó las uñas de inicio con un par de arrancadas de Susaeta. El eibarrés, más incisivo y, sobre todo, más constante que en jornadas anteriores, fue el rojiblanco que más dolores de cabeza causó a Víctor Valdés, aunque, lamentablemente, no pudo celebrarlo -cosa que ni siquiera hizo- hasta que el choque ya estaba totalmente sentenciado.
El espejismo duró un cuarto de hora, dejando paso a otra fase que, visto lo que llegó después, tampoco estaba tan mal. El Barcelona tocaba a su gusto pero los bilbainos, bien colocados y mejor concentrados, evitaban que pasase del toque al peligro. Pero también esa parte del cuento pasó a mejor vida.
Un despiste en el centro del campo, un resbalón en defensa y se hizo de noche. Los catalanes encontraron la brecha que buscaban y no tardaron en colarse por ella. Antes de que se cumpliese la media hora, Messi abrió para la subida de Abidal y éste centró para que Jeffren se estrenase como goleador. A punto estuvo el Athletic de cambiar el guión, con un servicio clarísimo de Gabilondo que Llorente no pudo aprovechar, pero la puntería sólo se entendió anoche con una combinación de colores, la zulgrana. Y como además la seguridad con la que había actuado en un principio el cuadro bilbaino fue desapareciendo, las ocasiones empezaron a llegar con cierta asiduidad. Había que añadir también que uno de los especialistas en sacudir al Athletic estaba sobre el césped, el segundo tanto local no tardó en llegar. Bojan recibió un gran servicio de Pujol y anotó el 2-0 a cinco minutos del descanso.
Diez minutos
Pero tampoco con el segundo se rindieron a la evidencia los rojiblancos. Quién sabe si fue la casta habitual, la motivación por el escenario, o la arenga del entrenador, pero el equipo regresó al campo buscando de nuevo la campanada. Tampoco esta vez lo consiguió, pero los cinco córners que botó en menos de diez minutos confirman que lo intentó.
El Barcelona, claro, no necesitó probar tanto. Volvió a buscar la brecha, volvieron a llegar las ocasiones, volvió a moverse el marcador. Al cumplirse la hora de partido y con uno menos sobre el campo por la lesión de Jefrren, Bojan empalmaba un chut desde la frontal para sentenciar. La guinda se la dejaron, casi de inmediato, al pichichi de la Liga.
Ni aún así se rindió el Athletic, que quería al menos marcharse con un marcador más honroso. Su insistencia tuvo recompensa y, a un cuarto de hora del final, Markel Susaeta anotaba el de la honrilla. Víctor Valdés, con dos paradones consecutivos en los últimos minutos -con Iturraspe como protagonista en ambas acciones-, evitó que la herida necesitara menos puntos de sutura.
Los rojiblancos se marcharon el Camp Nou «satisfechos» con el trabajo realizado, pero «enrabietados» por haber recibido un varapalo que consideraron demasiado contuntente. No tanto, quizá, por los cuatro goles encajados, sino porque su trabajo ofensivo sólo hubiese encontrado premio en una ocasión.
Algo habitualmente imperdonable, y más aún ante un rival como el Barcelona. Joaquín Caparrós lo tenía claro. «En cualquier campo, pero sobre todo en éstos, para ganar tienes que tener la máxima eficacia. Nosotros lo hemos intentado, incluso con el 1-0 hemos tenido una ocasión clara, al principio del segundo tiempo... Pero ellos son matadores y nosotros no lo hemos sido», subrayó el técnico. Un Caparrós al que no le gusta hablar de injusticias, pero que reconocía que con un marcador más ajustado el sabor final habría sido diferente. «En el fútbol la justicia, la injusticia, el castigo... Al final, lo que vale es el resultado. Sí creo que ha sido demasiado contuntende, y con un resultado más corto habríamos terminado con otra sensación».
De hecho, el técnico explicaba que su equipo «está ahora mismo enrabietado porque no es fácil. Me gustaría saber de todos los equipos que han pasado por aquí, si han tenido todas esas ocasiones. Porque hemos querido competir, incluso con el 4-0 no nos hemos entregado... Pero en este campo es importante que tengas la máxima eficacia, porque si no, tienes poco que hacer», insistió.
Sí destacó la casta que mostraron los suyos, que se rehicieron después de cada golpe. «Es muy complicado, pero después de que nos han metido el gol, el equipo no se ha venido abajo e incluso ha tenido una ocasión clara. En la segunda parte hemos empezado igual, intentando apretarles, pero no es fácil ante un equipo como éste que, sobre todo con espacios, es terrible».
GARA
El Athletic regresó anoche de Barcelona, pero no volverá al trabajo hasta mañana, cuando empiecen a preparar la visita del Almería a San Mamés. El equipo empalmará entonces tres partidos en una semana, con los choques ante el cuadro andaluz, Valencia y Zaragoza.
Siete años han pasado ya desde la última vez que el Athletic puntó en el Camp Nou. Fue en la temporada 03/4, cuando un gol de Gurpegi supuso el 1-1. Desde entonces, los rojiblancos -que no ganan en el estadio culé desde 2001- han encajado seis derrotas consecutivas.
Iñaki Muñoz entró en su primera convocatoria oficial de la temporada. El centrocampista navarro, que la pasada temporada apenas disfrutó de oportunidades, llevaba dos meses entrenando con el grupo, tras haberse recuperado de su segunda operación en el tobillo.