Bartoli: «La música de los `castrati' es emoción»
Cecilia Bartoli abrió en Donostia la segunda parte de su gira con «Sacrificium», el repertorio de música creada para «castrati» que la ha elevado a las listas de superventas, un «misterio» que atribuye al carácter popular de esas arias que entusiasmaron al público hace 300 años.EFE | DONOSTIA
«Si esta música hablaba a la gente en el siglo XVIII ¿por qué no puede hablar a la gente de hoy? Necesitamos emociones como seres humanos y esta música es emoción. Habla de la historia del hombre, del amor, del odio, de la tragedia», destacó ayer Bartoli en rueda de prensa.
La mezzosoprano italiana considera «maravilloso» que un disco «puramente clásico» como es «Sacrificium» haya logrado tanta aceptación, que espera también conseguir con el DVD que ha grabado en su país, en el palacio real de Caserta, y que incluye las arias de la edición limitada que se hizo del álbum.
Tras el éxito obtenido en Madrid, Barcelona y Murcia en diciembre pasado, la cantante emprende ahora un segundo periplo por el Estado español, que la llevará hoy a Bilbo, el lunes 12 a Oviedo, el 14 a Santiago de Compostela, el 17 a Valladolid, el 19 a Iruñea y el 20 de abril a Gasteiz.
El jueves actuó en Donostia, una ciudad que «tiene una energía increíble» y que ya había visitado en dos ocasiones anteriores. «Empezar aquí me da fuerza», aseguró la mezzosoprano, que reconoció entre risas que su capacidad respiratoria para meterse en voces tan complicadas como las de los «castrati» se la debe «a un diafragma» poco común, «de una cantante que practica». Bartoli explicó que, durante su investigación para el nuevo disco, confirmó que muchas veces eran mujeres las que suplían a los «castrati» cuando éstos no podían actuar, lo que la llevó a asumir el «desafío» de acometer las arias de «Sacrificium», resultado de una cuidada selección entre las más adecuadas para su voz.
«Un hecho histórico cruel»
Pero su empeño no era sólo hacer una mera recopilación de música barroca sobre los «castrati», sino dar a conocer la otra cara de la moneda de una práctica que dio una música excelente, la del sacrificio de 4.000 niños al año en Italia a finales del siglo XVII y durante el XVIII, a los que se castraba para que su voz fuera clara y aguda.
«He sido la primera en contar esto como un hecho histórico tan cruel, porque detrás de esa música maravillosa había una historia horrible. Miles de niños eran castrados y sólo dos o tres conseguían la fama. Los demás acababan cantando en los coros de las iglesias o en la prostitución», señaló.
El lado «triste» del fenómeno le ha impedido figurar en la carátula del disco con un aspecto «glamouroso». Por ese motivo se decidió por un fotomontaje, en el que su cabeza aparece unida a una escultura grecorromana masculina con el sexo amputado.
La parte positiva es la musical. «Es una música que tiene fuerza, muy expresiva, con ritmo y melodías muy dulces. Va directa al corazón. Y no se habrían escrito cosas tan maravillosas si no hubiese habido cantantes tan maravillosos como Farinelli o Caffarelli», recalcó.
Además de continuar con la presentación de «Sacrificium», Cecilia Bartoli tiene previsto también subir a escena en los próximos meses con dos propuestas operísticas, en Viena en setiembre, donde participará en la representación de «Semola», de Haendel, y en enero o febrero de 2011 en Zurich con «El conde Ory», de Rossini.
«No canto muchísima ópera, pero una o dos en el año sí. Después están los conciertos con orquesta y también los recitales con piano. Me gusta hacer cosas diferentes», aseguró.