Tras el mal día de la víspera -aunque fue noveno en Arrate-, Joaquim Rodríguez se sacó la espinita en Orio, con una victoria brillante y la entrada en un podio del que espera no salir.

Pase lo que pase hoy, el catalán ya se da por satisfecho. «Venía claramente a por una etapa, tenía muchísimas ganas de hacer algo aquí, ayer u hoy. Ayer (por la víspera) me quedé un poco triste, porque pensaba ir mejor. Estaba muy bien todo el día pero el último puerto se me hizo durísimo, me costó muchísimo entrar en carrera. He descansado bien, me he comido la cabeza y he decidido jugármela de lejos e intentar llegar solo».

Le salió bien, y aunque alguno pensó que incluso podía haber escalado más puestos, el Purito tenía claro cómo se le fueron esos segundos. «Sinceramente no me veía poniéndome de líder. Con un muro así, al arrancar de lejos me la he jugado un poco con el desarrollo y bajando me ha faltado muchísimo desarrollo. Con llegar me valía».

Consiguó su objetivo, lo que le permitió estrenarse prácticamente en la única carrera por carreteras vascas en la que no había disfrutado de la victoria. «Me voy a presentar a lehendakari», bromeó el de Katusha, que no descarta terminar en el podio. «Últimamente las cronos se me dan mejor y voy a ir a tope, a ver si consigo hacer una buena general», aseguró.

De todos modos, su próximo objetivo pasa por las clásicas de las Árdenas. «Estoy en un momento muy bueno, a ver si lo mantengo este mes y consigo hacer algo allí», deseó.

Una contrarreloj muy dura

Alejandro Valverde dio «la enhorabuena» a su ex compañero «porque ha jugado muy bien sus cartas», pero se mostró «muy contento» con el desarrollo de la etapa y el trabajo de su equipo, que le mantienen al frente de la clasificación general. Hoy le toca defender el liderato en una contrarreloj «muy dura en general. Hoy hemos subido la primera parte, que es dura, y luego hay un terreno bastante pestosillo». El murciano admite que el terreno «me va bien, pero a Horner también», y confía en que salir con referencias «sea importante. A ver cómo recuperamos».

Algo que será «fundamental porque son 22 kilómetros muy duros y esta vuelta desgasta mucho las fuerzas», en opinión de Igor González de Galdeano. El manager de Euskaltel-Euskadi no descarta nada con Beñat Intxausti y confía en la actuación de Samuel Sánchez. «Están muy bien y muy mentalizados».

Amets Txurruka, por último, admitió sentir «una mezcla de pena y rabia» por la caída. «Era una buena oportunidad de hacer algo grande, estaba teniendo sensaciones muy buenas y no estaba arriesgando», lamentó el ciclista vizcaino.