Real Madrid-Barcelona Esta noche en el Santiago Benabéu (22.00)
Todo está en juego: la Liga, el honor y el tipo de proyecto
R. MADRID-BARCELONA
N.M.
Si ya de por sí los duelos entre Real Madrid y Barcelona levantan pasiones, el hecho de que prácticamente la Liga esté en juego -quedarán unas cuantas jornadas, pero el golpe moral puede ser decisivo- le añade al envite de hoy por la noche una trascendencia todavía mayor.
A ello hay que sumar su relevante dosis de morbo tras lo ocurrido la pasada temporada (2-6). La afición merengue no puede permitirse otro ridículo consecutivo, máxime cuando todas sus esperanzas están puestas en la competición de la regularidad, pero a su feudo llega un jugador de mote diminuto, aunque fútbol estratosférico, dispuesto a poner patas arriba las expectativas blancas: La Pulga Messi.
Espectáculo frente a efectividad. Ese sería el análisis simple de un choque en el que habrá muchos más factores en juego. Como el dominio del esférico, el acierto en momentos decisivos, la actuación de los porteros, mantener la concentración pase lo que pase...
En definitiva, que quien quiera llevarse el gato al agua deberá firmar un encuentro de cha- peau. La ocasión lo exige y poco antes de la medianoche se comprobará cuál de las dos escuadras habrá estado a la altura de las circunstancias.
Kaká e Ibrahimovic, bajas
Lo peor para quien se siente frente al televisor con ganas de divertirse, independientemente del color que le tire, es la ausencia por ambas partes de protagonistas que le hubieran dado aún mayor categoría. Kaká e Ibrahimovic, dos de las inversiones más caras, no se han recuperado a tiempo, e Iniesta parece que esperará desde el banquillo. Quizás para revolucionar el partido si fuera necesario.