Asombra por la manera natural y simple de explicar las relaciones de poder en las empresas. Elimina con éxito la jerarquización de las compañías para abrirlas y ser transparentes con el cliente y con la propia plantilla. Koldo Saratxaga convirtió a la cooperativa Irizar en una de las compañías más eficientes de Europa, pero en este momento las energías positivas las está canalizando a través de la compañía K2K Emocionando y de Gbe-ner Elkartea, en el que una docena de sociedades colaboran para impulsar un nuevo estilo de relaciones. Junto a Jabi Salcedo, uno de sus colaboradores más cercanos, ha plasmado en el libro «El éxito fue la confianza: una historia real ocurrida en el País Vasco en plena crisis del 2008» la experiencia práctica del vuelco de una empresa de 80 trabajadores que se vio en la disyuntiva de «emprender el camino de la salvación u optar por la liquidación». La crisis comprometió más su futuro, pero el nuevo estilo de relaciones implantado ha conseguido dar un giro excepcional hacia el crecimiento y un futuro más estable, unido a un acuerdo directo con su competencia más directa, que entró en la compañía. Un año y pico después esta empresa cuenta con futuro y en una senda de consolidación.

Para Koldo Saratxaga el futuro se basa en la confianza. Un ingrediente que junto a la transparencia da paso a un cóctel de éxito. La verdad es que este gurú de las nuevas relaciones empresariales impregna en sus charlas un clima positivo para abrir las puertas al éxito.

El libro no se distribuirá en librerías, sino que podrá descargarse libremente en la red través de la página de internet http://loslibrosdek2k.com, «quien lo descarga es quien decide si quiere pagar por el ejemplar y qué cantidad. Si el pago es de 15 euros o más, se le envía un ejemplar firmado a su domicilio». Los ingresos de la venta del libro irán a parar a Gbe-ner Elkartea, que es una asociación sin ánimo de lucro integrada por un grupo de organizaciones empresariales que comparten un nuevo estilo de relaciones que les ha generado un cambio organizacional, porque la persona se pone como valor fundamental de la compañía.

Saratxaga explicó que «soy forofo de la transparencia» y reconoció que va en contra del modelo clásico empresarial que «sólo se preocupa del poder. Nosotros queremos que lo que vivamos, lo compartamos todos de la sociedad. Se trata de caminar, no preocuparnos, pero creando cosas de interés». Lamentó que el modelo educativo actual sigue «anclado en el pasado», por lo que pidió un sistema «más humanista y de largo recorrido, que permita el aprendizaje a lo largo de la vida».

Según dijo, el ejemplo directo y transparente que describen en el libro permitió que «estemos ante una empresa que de pensar en su disolución ha logrado crecer. Llevamos año y pico creciendo. No están con expediente de regulación alguno y admito que son más fuertes». Uno de los puntos controvertidos de este ejemplo real, que en el libro ellos llaman Kizun SA, fue lograr que los antiguos propietarios traspasaran un 30% de las plusvalías de la venta de la empresa a los trabajadores. Fue un éxito», comentó Jabi Salcedo. En este sentido, Saratxaga apostilló que «estamos provocando un cambio en las relaciones laborales. Con los sindicatos no tenemos problemas, si se quiere hablar. Porque pensamos que tenemos que sacar provecho de lo que nos une, para ello es necesaria la transparencia. Ese es el camino», precisó.

En el libro se explica que la nueva empresa ha modificado el sistema retributivo. «Se acuerda que la retribución mensual se actualizará cada año con el IPC y que se repartirá entre todas las personas el 30% del resultado obtenido. De esta manera, eliminamos para siempre la conflictividad; cuanto mejor sea el resultado, lo será para todos», precisó Saratxaga.