A un paso de la permanencia
Ansiosos por entrar en cuarentena ante un rival al que no saben ganar
Una victoria frente al Málaga dejaría la salvación prácticamente certificada, aunque no de manera matemática. Va a ser complicado que los equipos del descenso lleguen hasta la cifra de cuarenta puntos, dada su trayectoria.
Natxo MATXIN
Redondear la faena que inició el domingo es lo que, en términos taurinos, busca Osasuna en la jornada vespertina de hoy con una nueva victoria ante el Málaga. Sin embargo, el reto no será nada fácil, pues los andaluces arribarán con el cuchillo entre los dientes, acuciados por ser quienes más cerca se encuentran de las tres escuadras que ahora mismo descenderían.
Tampoco se dará la circunstancia de que los rojillos encaucen el choque con apenas un minuto transcurrido -eso suele pasar muy de vez en cuando-, aunque el premio es goloso caso de superar a los malacitanos: respirar tranquilos de aquí a final de temporada.
Porque si la escuadra navarra obtiene los tres puntos llegaría hasta los 40 y mantendría la diferencia de once con respecto al Tenerife -ganó en El Molinón-, lo que sería una diferencia prácticamente insalvable, quedando dieciocho en juego y varios choques entre los propios implicados en la lucha por salir de la quema. Camacho compartió tal extremo, al asegurar que «si ganamos este partido, el objetivo principal del club se habría cumplido».
Terrible estadística negativa
Para ello antes habrá que contrarrestar la histórica desastrosa estadística de los suyos. El Málaga siempre ha sido un rival francamente incómodo para los rojillos y así lo demuestran los negativos resultados que un año sí y otro también han cosechado los navarros en sus enfrentamientos con los andaluces.
Se suele decir que los números son fríos, pero en este caso también son demoledores. Osasuna no le gana al Málaga en El Sadar desde 1998 cuando ambos conjuntos se encontraban en Segunda, gracias a un gol del mítico Tzreciak, quien consiguiera a posteriori el tanto del ascenso.
Para encontrar una victoria en Primera todavía hay que retrotraerse mucho más atrás, concretamente a la década de los 80. El preparador osasunista tuvo la fórmula para variar esta prolongada dinámica: «Si tenemos la mentalidad de que debe ser el partido del año o una final, el Málaga se lo va a tener que ganar sobre el campo».
Camacho se verá obligado a aplicar dos cambios en la alineación con respecto al once que le ganó al Zaragoza. Josetxo entrará en defensa en lugar del sancionado Flaño y Vadocz lo hará en la medular reemplazando al lesionado Nekounam.
El técnico rojillo sólo podrá contar para el choque con dos pivotes específicos -Puñal y Vadocz-, si bien, caso de que ocurra algún tipo de contratiempo, ya ha pensado en Oier, quien estará en el banquillo y ya jugó en esa posición en el Promesas.
Pese a ser uno de los jugadores básicos del equipo, o precisamente por eso, los datos que están ofreciendo los servicios médicos del club sobre la lesión de Nekounam están siendo bastante escuetos. El parte que se hizo público ayer sólo determinó que el iraní sufre un esguince en su tobillo derecho, pero no se especificó ni su grado ni el periodo de recuperación.
Miguel Flaño no estuvo en el entrenamiento vespertino de Tajonar, ya que dispuso de permiso por parte del cuerpo técnico rojillo para guardar descanso. El de Noain, sancionado con un partido tras ver la quinta amarilla de su primer ciclo de tarjetas, es uno de los jugadores más empleados por Camacho. El central acumula 27 encuentros ligueros, todos ellos como titular, y un gol en su cuenta particular.
Ante la ausencia por sanción de Miguel Flaño, Josetxo regresará a la titularidad para estrenar números redondos. El defensa iruindarra jugará ante el Málaga su partido 200 en Primera y el 300 luciendo la elástica rojilla.
Cifras importantes que le convierten en uno de los jugadores con más presencia en los últimos años en Osasuna, pero que todavía no se sabe si le servirán para continuar en el club navarro. El jugador ya ha asegurado públicamente que no va a tener ningún inconveniente en cambiar de aires si se da el caso de que no se le renueva.
N.M.