Nada más y nada menos que 16 años después, Euskal Herria ya tiene un nuevo héroe sobre ruedas. El piloto vasco Efrén Vázquez, que coge el testigo de Herri Torrontegi, aterrizó ayer en Loiu proveniente de Qatar, donde el domingo logró el primer podio de su carrera al finalizar segundo.

El de Errekalde pisó tierras vascas cojeando de uno de sus tobillos -se lo torció el lunes cuando salió de su hotel a correr- pero emocionado por su logro y recibido por numerosos aficionados que esperaban a su nuevo héroe con ikurriñas.

El vizcaino no ocultó su alegría al señalar que «desde luego que cuando pasas por la línea de meta es increíble, pero llegar aquí y que te reciba toda tu gente, eso no tiene precio. Ni comparación con celebrarlo allí en Qatar solo». «Cuando las cosas encima salen bien -siguió- y te vas con una sonrisa de oreja a oreja a casa, y habiendo hecho un segundo puesto, creo que es inmejorable».

«Llevo soñando con esto desde el 2007, que entré en el Campeonato del Mundo. Muchísimos años soñando poder intentar llegar a correr una carrera y del Campeonato del Mundo. Y venirte aquí después de un montón de carreras en el Mundial, de temporadas difíciles, con un trofeo y un segundo puesto creo que es super positivo y una alegría tremenda», recalcó el piloto.

Orgulloso de su trofeo, que lo llevaba encima para mostrárselo a todos sus incondicionales, Vázquez reconoció que «el primer día me desperté por la noche y fui a verlo porque no me lo podía creer. Digo: lo he tenido que soñar». Pero no. El sueño se convirtió en realidad.

Y poder celebrarlo junto a su mentor, Herri Torrontegi, es una «suerte» para él porque el manager estaba «muy contento. A penas tenía palabras. Yo tampoco. Muchas veces vale más un gesto o un abrazo que mil palabras que puedas decir. Sé como se siente y si hablara al final iba a terminar llorando. Así que mejor que no dijera nada», relató Vázquez.

«No va a cambiar nada»

Está claro que este segundo puesto mantiene con los pies en el suelo al piloto de Errekalde. «La exigencia es la misma. Intentar ir lo más rápido posible desde el primer día, trabajar aquí en casa igual que se trabaja encima de la moto en la carrera. No va a cambiar nada, ni la forma de pensar, ni los objetivos, ni nada. Simplemente, hay que pelear», afirmó.

La próxima cita es en Japón, en el circuito de Motegi, el próximo 25 de abril. Los aficionados ya piensan en volver a repetir la escena de ayer en Loiu.