Los cierres y aperturas de aeropuertos ayer en media Europa fluctuaron tanto como la propia nube de ceniza que se sigue desplazando por el continente y extendiendo sus efectos indirectos hasta más allá. Todas las pistas vascas se despertaban sin tráfico aéreo, pero a las 15.30 AENA informaba de que volvían a reabrirse, lo que tampoco significaba la partida de vuelos, dado que los destinos perfectamente podían seguir clausurados. Quizá por esa indefinición, terminales como la vizcaina de Loiu estaban ayer repletas de gente, muchos desde primera hora de la mañana, aguardando información o una poco hipotética salida de su vuelo, a pesar de las recomendaciones de AENA de que antes se informaran vía telefónica (902 404 704).

El cierre de las terminales vascas obligó a la cancelación de unos 105 vuelos. En concreto, en el aeródromo de Loiu, se suspendieron 84 de 121, en el de Hondarribia, seis de 14, mientras que en el de Foronda no se canceló ninguno. Por su parte, en Noain se suspendieron prácticamente la totalidad, 14 de 15. Avanzada la tarde, desde las 18.45 empezaron a despegar los primeros vuelos desde Loiu, dos a Barcelona y Sevilla y tres desde Fuerteventura y Lisboa.

Por su parte, la Dirección General de Aviación Civil francesa anunció también por la tarde la reapertura del tráfico aéreo comercial al sur de una línea imaginaria entre las ciudades de Burdeos y Marsella, lo que afectaba al aeropuerto de Biarritz.

Entre el cabreo y la resignación, el panel de salidas era el principal reclamo de los desesperados propietarios de un billete de avión a ninguna parte. Un pasajero en Loiu que se dirigía a Las Palmas denunció que los responsables de la compañía aérea «se están desentendiendo del todo» y lamentó no tener «otro medio de locomoción» para llegar a las islas, adonde debía acudir «para trabajar».

Otro viajero más en la terminal vizcaina, con destino también a Las Palmas, decidió «cambiar de planes» y coger el coche con destino al sur, anulando así sus vacaciones en Canarias. En un principio confió en que el aeropuerto no se cerrara pero, tras el inevitable cierre, dijo que «contra los elementos no se puede».

A algunos incluso se les ofreció la posiblidad de desplazarse hasta un aeropuerto del interior peninsular para allí coger un vuelo hacia su destino. Sin embargo, las combinaciones tampoco están resultando sencillas y es que trenes y autobuses, por citar dos de los medios alternativos más demandados estos días, van ya sin plazas libres.

Osasuna fue uno de los afectados por la situación, ya que hoy tiene que disputar un partido en Mallorca. Tras constatar que la idea inicial de volar hoy por la mañana resultaba muy incierta, se barajó primero la opción de llegar en barco, pero había problemas de billetes. La directiva contactó incluso con la Federación para advertir de un posible aplazamiento. Finalmente, el equipo pudo volar de Noain a última hora de la tarde, aprovechando una reapertura provisional del aeropuerto.

El ferry de Santurtzi, con colas

Peor cara se les quedó a un grupo de ocho personas que pretendía viajar desde Düsseldorf a Tenerife y decidieron hacerlo en taxi desde la ciudad germana hasta el aeropuerto de Bilbo para sortear el cierre de los aeródromos centroeuropeos. Lo malo fue que a pesar de los 3.200 euros gastados en el taxi, finalmente tampoco pudieron volar desde Loiu.

Según explicaron, decidieron viajar en dos taxis con destino a Bilbo para enlazar hacia Canarias. La carrera les costó 1.500 euros por taxi más peajes, en total 3.200 euros. Uno de los integrantes de esta largo viaje en taxi explicó que salieron de Düsseldorf «a las once de la mañana» y llegaron ayer a las siete de la mañana «sin dormir». Uno de ellos, aún con humor, confió en «no tener que ir en patera a Tenerife».

La capital bilbaina se convirtió también en lugar de paso obligado para muchos británicos que utilizaron la alternativa del ferry que cubre la ruta desde Bilbo a Portsmouth para viajar hasta su lugar de origen, en algunos casos tras atravesar la Península desde Andalucía en un coche alquilado.

La entrada a la zona de embarque de la compañía `Pride of Bilbao', propietaria del ferry con atraque en el puerto de Santurtzi, presentaba por la mañana una larga cola con pasajeros esperando entrar y otros muchos más con la esperanza de conseguir pasaje, y es que el siguiente no sale hasta el miércoles.

Un músico integrante de la Bilbao Orquesta Sinfónica señaló, a pie de cola, que habitualmente coge el avión para ir a Gran Bretaña, pero que en esta ocasión decidió «ir en barco tranquilamente» para llegar a Escocia el miércoles, donde tiene previsto trabajar.

Lo cierto es que la nube de ceniza del volcán islandés Eyjafjalla mantiene paralizados, hoy veremos si por quinto día consecutivo, buena parte de los cielos europeos. Sólo pudieron volar 4.000 de los 24.000 vuelos previstos para ayer, según Eurocontrol. Eso sí, la situación mejoró por la tarde en el Estado francés o Alemania.