El ex ministro del Interior francés Charles Pasqua, en el banquillo
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El proceso contra Charles Pasqua, figura de la derecha francesa de los años 1980-1990, comenzó ayer en el Tribunal de Justicia de la República (CJR), que le juzga por tres supuestos casos de corrupción que se remonta a la época en la que era ministro (1993-1995).
Durante dos semanas, el senador, que cumplió 83 años el domingo, será el único acusado frente a los quince jueces de la CJR, única jurisdicción competente para examinar los delitos cometidos por miembros del Gobierno en el ejercicio de sus funciones.
A su llegada al Palacio de Justicia de París, Pasqua no hizo ninguna declaración.
La primera tarde de audiencia estuvo dedicada sólo a cuestiones de procedimiento, ya que los abogados de Pasqua han planteado la inconstitucionalidad del proceso. Los jueces se retiraron ayer por la tarde para debatir sobre esta cuestión.
Si el proceso continúa, los jueces deberán entonces determinar qué papel jugó el ex ministro del Interior en tres casos diferentes.
En el primero de ellos, se acusa a Pasqua de «corrupción pasiva» por haber autorizado en 1994 la explotación de un casino en Annemasse a un allegado suyo, muerto en 2006, a cambio de financiación política.
El segundo caso hace referencia a un acuerdo firmado por Pasqua para el desarrollo de una rama del grupo industrial GEC-Alsthom (actualmente Alsthom). Entregaron un soborno de 800.000 euros a un familiar, lo que ha servido para acusar a Pasqua de complicidad y «abuso de bienes sociales».
Estas mismas acusaciones se le formulan en el caso de la Sofremi, sociedad de exportación de material militar que dependía del Ministerio francés del Interior, donde se detectaron pagos de beneficios ilícitos que beneficiaron al entorno del ministro.
Estos tres casos ya fueron juzgados en la jurisdicción normal en lo que se refiere a personas no aforadas -empresarios y altos funcionarios, además del hijo de Pasqua, Pierre-, que fueron condenadas por participar en estas malversaciones de fondos.
El mismo Charles Pasqua fue condenado a 18 meses de prisión suspendida por la parte del casino de Annemasse que no tenía vinculación con su puesto de ministro del Interior.