GARA > Idatzia > Mundua

Morales denuncia la deuda histórica del capitalismo con la Madre Tierra

La Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, impulsada por Evo Morales tras el fracaso de la cumbre Copenhague, arrancó con la participación de miles de personas que confían en delinear una estrategia alternativa en la lucha contra el calentamiento global, que incluya un Tribunal de Justicia Climática. Morales denunció la deuda histórica del capitalismo con la Madre Tierra.

p018_f01_148x112.jpg

GARA

«Sólo tenemos dos caminos: La Pachamama (Madre Tierra, en aymara) o la muerte. Muere el capitalismo o muere la Madre Tierra. Vive el capitalismo o vive la Madre Tierra». Así de contundente se expresó el presidente boliviano, Evo Morales, al leer su mensaje durante la inauguración de la conferencia mundial sobre el cambio climático que ayer arrancó en Tiquipaya (Bolivia) con la participación de pueblos indígenas y movimientos sociales. Denunció la deuda histórica del capitalismo con el calentamiento global y señaló que serán los pueblos indígenas quienes muestren cómo salvar la Madre Tierra.

La Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra es una iniciativa del propio Morales convocada tras el fracaso de la cita de Naciones Unidas de Copenhague, en la que no se consiguió concretar un documento vinculante para luchar contra el calentamiento global, con el objetivo de crear un Tribunal de Justicia Climática y con la esperanza de delinear una estrategia contra el calentamiento global, que sea alternativa a los acuerdos que se discuten en los foros mundiales oficiales.

El encuentro masivo de Bolivia, en el que está prevista la participación de unas 25.000 personas y a la que se prevé asistan los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; Ecuador, Rafael Correa; Paraguay, Fernando Lugo; Nicaragua, Daniel Ortega; el vicepresidente cubano, Esteban Lazo; y el primer ministro de Antigua y Barbuda, Balwin Spencer, se prolongará hasta mañana.

En su discurso de ayer, Morales volvió a atacar duramente al modelo de desarrollo capitalista y atribuyó a su crecimiento sin control la crisis del cambio climático, según informó Efe. Dijo que el mundo está ahora en una «encrucijada definitiva» entre el capitalismo y la vida en armonía con la naturaleza.

También planteó el mandatario boliviano como alternativa un «nuevo sistema socialista comunitario» que, en su criterio, «eliminará toda forma de colonialismo e imperialismo» y asegurará «la paz entre los pueblos y con la madre tierra».

Subrayó que si no se lucha contra el capitalismo, los movimientos sociales serán «cómplices» del deterioro de la naturaleza que están provocando terremotos, maremotos, hambruna y migraciones masivas.

«Veo que la ambición de algunos pretende llevarnos a la destrucción de todos», agregó para luego sostener que «habrá Madre Tierra sin vida humana, pero no habrá seres humanos sin la Madre Tierra».

Morales, que hizo una detallada y científica explicación de la situación del cambio climático y de los compromisos incumplidos por países ricos para reducir sus gases de efecto invernadero, sostuvo que una de las primeras tareas de estas organizaciones sociales será presentar una demanda ante el Tribunal Internacional de Justicia contra las naciones desarrolladas si es que no respetan las conclusiones del evento y «siguen arruinando» a la Madre Tierra.

Diecisiete mesas de trabajo

Diecisiete grupos de trabajo empezaron ayer a debatir las resoluciones de la cumbre, entre las que destacan la creación de un tribunal ambiental internacional, una declaración de los derechos de la Madre Tierra y la convocatoria de un referéndum ambiental mundial sobre las medidas que deben tomar los países para hacer frente a las modificaciones en la temperatura del planeta, según publicó el diario mexicano «La Jornada». Además, reflexionarán sobre las causas estructurales del cambio climático, la deuda climática, el Protocolo de Kyoto, la financiación, el desarrollo y transferencia de tecnología, los bosques, la agricultura y la soberanía alimentaria, los peligros de mercado de carbono y las estrategias de acción, entre otros temas.

El coordinador gubernamental del encuentro, Pablo Groux, señaló que se trata de generar una amplia base de legitimidad para la propuesta que tienen los pueblos y las organizaciones climáticas ante la crisis medioambiental mundial.

La resolución final será llevada por los mandatarios firmantes a la cumbre de presidentes que tendrá lugar el próximo fin de año en México, donde se realizará un nuevo intento para lograr un compromiso mundial de cara a frenar el cambio climático, explicó Groux.

En Tiquipaya están representados 132 países, 94 de los cuales han enviado delegaciones oficiales, además de organismos internacionales, movimientos sociales, intelectuales y centros independientes de investigación climática.

Ecologistas en Acción es una de las organizaciones que estará presente con el objetivo, según recalcó en una nota, de exigir un impulso «urgente» que reinicie las negociaciones internacionales de cara a lograr un acuerdo vinculante contra el cambio climático, al considerar «inaceptable y escandaloso» el resultado de la cumbre de Copenhague.

Estima que este problema, «el más grave de la humanidad», no es cuestión de «falta de recursos» puesto que los gobiernos han concedido paquetes multibillonarios para rescatar al sector financiero y aumentar el gasto militar, entre otros fines. Denunció la «prepotencia de EEUU, la UE, China y el poder económico dominante».

La Coordinadora de Indígenas Amazónicos, que aglutina a 400 pueblos originarios de nueve países de la región, planteó la urgencia de que se consoliden los territorios indígenas, «base del buen vivir y paradigma de un nuevo modelo de civilización».

Unidad de Naciones

Evo Morales tiene previsto plantear durante la cumbre la creación de la Unidad de Naciones Originarias y Obreras del Mundo (UNO), que reúna a los movimientos de trabajadores, intelectuales, campesinos e indígenas del mundo para «defender los derechos de la Madre Tierra».

Desestimado el daño ambiental de la polémica papelera uruguaya

La Corte Internacional de Justicia (CJI) emitió ayer una sentencia salomónica en torno al litigio que mantienen Uruguay y Argentina por la instalación, unilateral por parte de Uruguay, de una papelera en la zona fronteriza al fallar que Montevideo no informó debidamente a Buenos Aires sobre sus intenciones de construir la planta de Botnia (ahora UPM) en Fray Bentos, en la cuenca del río Uruguay, frontera natural, pero agregó que Argentina no aportó «pruebas concluyentes» que permitan establecer que la papelera está contaminando el río, por lo que no se contempla su reubicación.

El magistrado Peter Tomka indicó que «Uruguay no respetó la obligación que le impone el primer apartado del artículo 7» del tratado que ambos estados firmaron en 1975 al no notificar a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) para que decidiera «si el proyecto podía traer perjuicios», tal y como establece ese artículo, y por ello no hubo consentimiento argentino.

No obstante, el Tribunal desestimó las denuncias de Buenos Aires sobre la supuesta contaminación ambiental, sonora y visual que genera la planta de celulosa, así como compensaciones a su favor. Indicó que los niveles de fósforo y otras sustancias vertidas por la planta en el río son «insignificantes» en comparación con los que arrojan otras industrias en el mismo caudal.

Ambas partes estimaron que el fallo, vinculante y no recurrible, les da la razón, y abogaron por el diálogo.

La sentencia no fue bien acogida en la ciudad argentina de Gualeguaychú, fronteriza con Uruguay, donde desde el 20 de noviembre de 2006 ecologistas y vecinos mantienen bloqueado el puente de San Martín, el más importante que une a ambos países sobre ese río, para protestar contra una planta que consideran contaminante y exigir su demolición. Ayer anunciaron que mantendrán candado el portón de acceso al puente. GARA

La ALBA apuesta por reforzar su unión y la lucha antiimperialista

La Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) decidió en su cumbre de Caracas «avanzar hacia la consolidación» de su integración para enfrentar el «recrudecimiento de las campañas fabricadas contra» sus integrantes al tiempo que ratificaron su compromiso de «construir el camino hacia el socialismo» y de acompañar la lucha antiimperialistas de los pueblos para alcanzar su definitiva independencia, con justicia plena, y libres del intervencionismo extranjero y de sumisiones a mandatos imperiales, informaron Efe y Telesur.

Adoptó un manifiesto centrado en una nueva condena contra el bloqueo impuesto por EEUU a Cuba y en la lucha contra el imperialismo que promueve el intervencionismo y la guerra. Además, rechazó el papel desestabilizador, la hipocresía y los dobles raseros empleados por algunos medios de comunicación «al servicio del imperialismo» contra movimientos sociales y pueblos del llamado Tercer Mundo, e instó a su Consejo Político a presentar en la próxima cumbre -3 y 4 de junio en Otavalo (Ecuador)- «una propuesta para la acción concertada que contenga nuevas iniciativas que frenen la utilización del tema» de los derechos humanos «contra nuestros países. GARA

mesa no oficial

Pese al rechazo del Gobierno, durante la cumbre se instalará una mesa no oficial para tratar los problemas socioambientales de Bolivia, con la participación de organizaciones indígenas y ONG.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo