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El Lehendakari Patxi López, otro incauto más engañado por la pulsera Power Balance

Es el último Bálsamo de Fierabrás en salir al mercado. Ya no son pulseras magnéticas, sino holográficas; han cambiado el metal por el neopreno. Son las Power Balance, introducidas a través del mundo surfero, y el último timo en ventas al que ni siquiera Patxi López se ha podido resistir.

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Joseba VIVANCO

Patxi López también se ha dejado embaucar por el timo de las pulseras mágicas, como lo revelaba la muñeca de su mano derecha en la fotografía de portada del suplemento dominical XL Semanal de los diarios del grupo Vocento este fin de semana. «¿Qué será lo próximo? ¿Recurrir a adivinos para el diseño de la política económica? ¿Confiar en zahorís el trazado del Tren de Alta Velocidad? ¿Abrir la sanidad pública a la imposición de manos?», se preguntaba ayer en su blog Magonia el periodista científico Luis Alfonso Gámez. «Siento vergüenza ajena por el hecho de que el lehendakari haya caído en un timo tan burdo como el de la pulsera del equilibrio, tan efectiva como aquellas magnéticas que se vendían en farmacias hace años o una pata de conejo», añadía sin morderse la lengua.

La pulsera Power Balance que luce sin rubor el inquilino de Ajuria Enea es, ciertamente, la última vuelta de tuerca de un engaño al que ya se refería hace unos meses en su blog El Pez, el director del Planetario de Iruñea, Javier Armentia. Antes, fueron aquellas pulseras metálicas con dos bolitas en el extremo que no se tocaban. Las creíamos olvidadas. Pero no. «Han vuelto. Ahora las promocionan deportistas y tienen unos hologramas que recogen energías sutiles y se aplican para restituir los equilibrios corporales. Al timo le llaman ahora kinesiología y cuestan 50 eurotes. Tienen goma y tienen metal. Pero siguen siendo lo mismo, el objeto que visten los ingenuos, los timados, ufanos ellos de estarse llenando de energías saludables, de ésas que simplemente no existen», citaba.

La reinvención del timo

Rayma, Power Balance, EFX... pulseras electromagnéticas que se vuelven a vender como churros, pero cuyo único poder es el del placebo o la sugestión. «Las supuestas pulseras electromagnéticas se basan en un concepto afín y muy relacionado con la psicotrónica, según la cual las enfermedades o problemas del cuerpo humano están, cómo no, causados por desequilibrios electromagnéticos. Estas pulseras afirman restablecer estos desequilibrios, ayudando a mantener la postura, a mejorar problemas reumatológicos, de circulación, de movilidad... y múltiples y distintas indicaciones que van siendo mayores y más amplias conforme la dureza de la cara del creador se acerca más al del hormigón armado», denuncia el blog MedTempus, el más seguido y respetado en Internet sobre temática médica.

¿En qué consiste el engaño? La propia autora de este blog lo aclara: «No existe ninguna evidencia de que las enfermedades estén causadas por supuestos desequilibrios electromagnéticos y, dejando eso de lado, todas esas pulseras son absolutamente inertes, sin ninguna capacidad de alterar ningún campo electromagnético ni de tener efecto alguno sobre nosotros, que no sea el efecto placebo o la sugestión».

Power Balance es la reinvención del timo de la pulsera magnética... aunque esta vez sean de neopreno y el poder curativo no surta de la magnetita sino de los hologramas. Tan sólo han cambiado los imanes por las fotografías tridimensionales. Y si a sus supuestos poderes se le suma la publicidad de nombres famosos del deporte, el timo ya está listo para el engaño y para hacer caja.

Es cierto que hay personas que utilizan estas pulseras y afirman sentirse mejor de los problemas que les agobiaban. Pero como puede ocurrir con cualquier placebo. Si nos creemos que funcionará, puede que funcione. Pero no deja de ser un fraude. José María Múgica, director general de la OCU, se mostraba tajante hace poco: «La Power Balance es un producto `milagro' y no tiene ningún efecto sobre la salud».

Pero si aún así, «si has decidido creer en los poderes curativos de esta pulsera a pesar de las advertencias», Miguel Artime en su blog Mikelnai´s te propone ahorrarte al menos unos cuantos euros de una manera sencilla: Coge una vieja tarjeta de crédito VISA que ya no uses; coge una goma para el pelo; recorta la paloma holográfica de la VISA y pégala con celo a la goma; póntela y `equilíbrate' tú solo con la pulsera. En Facebook ya hay un grupo contra este timo, al que denominan como un «cómodo sistema de identificación de retrasados».

 

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