La Guardia Civil arresta junto con la Ertzaintza a un joven en Ituren
Los militares españoles arrestaron ayer a un joven en Ituren (Nafarroa), dentro de un operativo policial encargado por Grande-Marlaska a la Ertzaintza. Así, en estos momentos el joven donostiarra Lain Blanko se encuentra incomunicado en manos de la Policía autonómica, acusado de haber participado en la quema de un autobús en setiembre de 2008. Hoy, una marcha en el Boulevard denunciará su arresto.GARA |
La Guardia Civil detuvo ayer en la localidad navarra de Ituren al joven del barrio donostiarra de Añorga Lain Blanko, acusado por la Ertzaintza -cuerpo encargado del operativo policial ordenado por la Audiencia Nacional española- de haber participado en una acción de kale borroka en 2008. En concreto, la Policía autonómica le imputa la supuesta participación en la quema de un autobús urbano de la capital guipuzcoana en setiembre de 2008. Tras su detención y posterior traslado a Gipuzkoa desde Ituren, el joven donostiarra de 27 años se encuentra incomunicado en manos de la Policía autonómica.
El Juzgado de Instrucción nº 3 de la Audiencia Nacional española, en manos del juez Fernando Grande-Marlaska, ordenó ayer la detención del citado joven, acusado de participar en la quema del citado autobús en el barrio donostiarra de Altza. A diferencia del operativo que a comienzos de febrero llevó a la Ertzaintza a practicar una detención en Jaca y que provocó quejas de las distintas fuerzas policiales españolas, ayer fue la Guardia Civil quien ejecutó en Nafarroa el mandato del tribunal especial, acompañado también por agentes de la Policía autonómica.
Según pudo saber GARA, el arresto se llevó a cabo en torno a las 2.30 en la borda de Ituren en la que se encontraba Blanko con su compañera. Después de casi tres horas de registro, los militares y los policías autonómicos se marcharon sobre las 5.30, llevándose consigo el vehículo de ambos, los dos teléfonos móviles, el dinero y todos los enseres que portaban.
Amplio despliegue
Así, la compañera de Blanko no pudo comunicarse con nadie hasta que amaneció y pudo descender al centro del citado municipio, donde finalmente pudo comunicar telefónicamente que el joven de Añorga había sido detenido, y la borda, registrada durante cerca de tres horas.
Unas tres horas más tarde, sobre las 8.30, un gran despliegue de la Policía autonómica tomó por completo la zona de Añorga Txiki, donde reside Blanko, para llevar a cabo el registro de la vivienda, que se prolongó hasta las 13.00.
Después realizaron el registro de un trastero, hasta que sobre las 14.00 abandonaron el lugar. A partir de ese momento, se desconoce el lugar en el que se encuentra detenido bajo el régimen de incomunicación.
Durante toda la mañana, decenas de vecinos protestaron frente a la vivienda que registraba la Ertzaintza en Añorga.
Respecto al operativo ordenado por la Audiencia Nacional española, Interior de Lakua informó de que acusan al joven do- nostiarra de haber participado en el sabotaje al autobús urbano que, según estimó el Consistorio donostiarra, causó daños por valor aproximado de un cuarto de millón de euros.
Lo único que agregó la nota de Interior de Lakua fue que ahora la investigación policial sigue abierta para identificar al resto de personas que habrían participado en la quema del autobús. Finaliza con la habitual coletilla de «no se descartan nuevas detenciones».
Hoy, a las 20.00, una marcha recorrerá de nuevo Añorga Txiki para denunciar el arresto del joven añorgatarra. Ayer, en su barrio, fueron 120 las personas que a la tarde protestaron por el operativo policial.
El gran despliegue policial que llevó a cabo la Ertzaintza en la zona de Añorga Txiki no pasó desapercibido para nadie. Se personaron allí en torno a las 8.30 e inmediatamente blindaron todos los accesos, lo que causó enfrentamientos verbales con los convecinos. En su mayoría, con padres y madres que, como cada día a esa hora, llevaban a sus hijos e hijas a la ikastola del barrio.
Y es que, tal y como denunciaron a este diario, los ertzainas cerraron todos los accesos, hasta el punto de que prohibieron la entrada a la zona al autobús escolar que acudía a la ikastola. De las misma forma, los policías autonómicos tampoco les dejaron pasar a los padres y madres que llevaban a sus hijos al centro con un escueto «no se puede pasar», y sugiriéndoles, tal y como señalaron a este diario, que no llevasen a sus hijos a la ikastola. Una actitud que motivó las quejas y el enfado de más de un padre y madre.
Mientras eso ocurría, decenas de convecinos protestaban frente a la Ertzaintza por la detención del joven Lain Blanko. GARA