Unas 750 personas secundaron ayer, en Donibane Lohizune, la manifestación convocada por los Comités de solidaridad de Baiona, Kanbo y Beskoitze para denunciar la «persecución que sufre la juventud vasca» y las operaciones jurídico-policiales que el Estado francés ha incrementado en los últimos años.

La movilización partió de la plaza Luis XIV con un cielo amenazante que liberó una fina lluvia durante la marcha. Los manifestantes no se amilanaron por ello y realizaron el trayecto coreando lemas como «Euskal presoak etxera!», «Presoak borrokan, gu ere bai» o «Mattin, Peio, herria zuekin» en alusión a los jóvenes encarcelados en la operación de marzo.

Cuando las dos pancartas portadas por miembros de Askatasuna y familares de los recién liberados Xan Beyrie, Eneko Etxegarai, Ibai Agirrebarrena y Gilen Goiti la primera, y por las de Mattin Olzomendi y Peio Hirigoien la segunda, abordaron la céntrica calle Gambetta, los lemas se repitieron también en francés con el claro objetivo de que los viandantes que transitaban por la misma entendieran las razones de la protesta.

«Le Pays Basque n'est pas à vendre (Euskal Herria no está en venta)» o «La répression n'est pas la solution (La represión no es la solución) fueron los másfrecuentes hasta que llegaron, de nuevo, al punto de partida.

«Maquinaria infernal»

Allí, dos miembros de los citados comités tomaron la palabra y denunciaron que bajo la «excusa» de los ataques a intereses inmobiliarios, el objetivo de las «agresivas detenciones e interrogatorios» es conocer las ideas políticas de los arrestados o convocados a comisaría, con quiénes se relacionan y si tienen relación con estructuras organizadas (Segi, Lurra, ETA...).

Añadieron que a pesar de la «potente maquinaría infernal de ambos estados» seguirán movilizándose. «Lo hicimos ayer, hoy y lo haremos mañana hasta que todos los presos sean liberados, hasta que Euskal Herria sea libre», subrayaron antes de entonar el «Eusko Gudariak».