No hay quien pare a este equipo en este tramo final de la temporada en su objetivo por lograr la permanencia. Ni el viento de El Alcoraz, ni las palabras con las que desde Huesca quisieron desestabilizar al conjunto irundarra en la previa del choque pudieron con el Real Unión.

Tras la conclusión de la jornada del sábado hay dos cosas muy claras. Por un lado, el Unión va a seguir dejándose la piel para salvarse y permanecer un año más en Segunda. Y, por otro, la zona baja de la clasificación se aprieta más que nunca, con otro equipo implicado en la pelea por la salvación como es el Huesca.

No fue, en cambio, un partido cómodo y fácil para los irundarras. El viento que hacía en El Alcoraz puso demasiadas trabas durante todo el envite. Si en la primera mitad los beneficiados fueron los oscenses, en la segunda la suerte y la garra acompañó a los visitantes para certificar la remontada tras el tanto de la primera parte marcado por Gilvan Gomes, gracias a un perfecto lanzamiento cruzado con su pierna izquierda.

Antes, en el minuto dos, ya había avisado el Huesca con un lanzamiento que no parecía llevar demasiado peligro, pero que el viento ayudó a que pegase en el larguero. En el 12, Camacho lo intentó desde fuera del área con su pierna izquierda, pero su disparo terminó en las manos de Jauregi.

Había que esperar a la segunda parte para que los numerosos y ruidosos aficionados que viajaron hasta Huesca para animar a su equipo vibrasen y disfrutasen como niños.

La remontada fue posible

El Unión salió enchufadísimo, sabedor de que necesitaba marcar cuanto antes para tener opciones de victoria. Sólo dos minutos le costó a Brit batir la meta defendida por Doblas. El delantero lasartearra aprovechó la cesión de Durán, tras saque rápido de Eneko Romo de una falta, para colocar las tablas en el marcador.

Entonces comenzaron los movimientos en el banquillo. E Iñaki Alonso acertó plenamente. Sacó a Goikoetxea arriba, a Abasolo en la izquierda y a Robles de pivote para reforzar la zaga.

Brit probó suerte desde lejos en varias ocasiones, pero no tuvo su premio. En el 83, en cambio, Domínguez logró batir por encima al meta rival con un cabezazo tras un barullo en el área oscense. Y sólo tres minutos después «Goikogol» no falló a su peña para rematar a botepronto un globo de Brit.

Ya en el 87 Moisés marcó el segundo gol de su equipo en claro fuera de juego.

Este resultado demuestra, sin duda, que este equipo va progresando a pasos pequeños, ya que se ha colocado a un sólo punto de la salvación y es la primera vez que logra marcar tres goles fuera de casa. Esperemos que esos pasitos cortos lleguen a tiempo a su destino, que no es otro que la permanencia.