Las fiestas deben tener de todo: alegría, un poco de bronca y algo que comentar para la salida para así poder volver en otra ocasión. Algo así puede decirse del duelo que enfrentó ayer a Lagun Aro GBC y Fuenlabrada. Con ambos equipos salvados, el duelo entre guipuzcoanos y madrileños tenía más de merendola y fiesta de fin de curso que de partido de liga, pero al menos hubo algo de espectáculo, con triunfo final de los de Pablo Laso por 80-75.

No podía resultar mejor el partido centenario de los guipuzcoanos en la ACB: celebración y victoria, después de sufrir la remontada fuenlabreña del segundo cuarto para dejar así a un rival más en la cuneta. Con la derrota del Alicante en su casa frente al Barcelona, los de Laso terminan la liga regular en decimocuarto lugar, con 13 victorias y 25 derrotas. Lo único malo del partido de ayer fue que Bernard Hopkins -en el que pudo ser su último partido en Donostia- tuvo que ser hospitalizado tras recibir un fuerte golpe; otro detalle no muy bonito fue que Sergio Sánchez tampoco jugó esta vez, ya que parece que su técnico le ha retirado la confianza.

El partido en sí resultó atractivo por lo incierto del resultado. De la mano de Batista y Mainoldi, los de Maldonado pusieron las cosas difíciles, pero la anotación de Barbour -18 puntos- más la brega de Panko y Miralles y el buen hacer de Uriz, alcanzó para lograr la victoria.