La Real es el segundo equipo que menos goles ha marcado en las últimas quince jornadas, once, pero también el que menos recibe, diez. Eso, unido a los buenos resultados contra rivales directos, le ha permitido mantener a falta de cinco jornadas cinco puntos reales sobre el tercero -cuatro y el average- y el cuarto tras empatar anoche en Girona (1-1) el Hércules, que se adelantó con gol de Danciulescu (m.7), pero empató Xumetra (m.20). Su jugador clave, Farinós, fue expulsado y Tote vio la quinta amarilla y serán baja en Huelva.

No es normal que un líder marque tan pocos goles, en una dinámica que se agudiza contra los rivales peor clasificados. En quince jornadas la Real se ha enfrentado a cinco equipos que estaban entre los siete primeros y ante ellos ha marcado ocho goles y ha sumado 13 puntos de 15. En diez encuentros contra rivales que estaban clasificados en los últimos trece puestos sólo ha sido capaz de marcar tres goles y ha sumado 9 puntos sobre 30. Son datos que escapan a cualquier lógica, pero en Segunda no hay tantas diferencias entre unos y otros. Hay varios factores que explican este fenómeno.

Los motivos de algo ilógico

La mentalización de la Real no ha sido la misma cuando se enfrentaba a un rival directo que en algunos partidos fuera, pero quizás haya influido más la del contrario. Cuando los blanquiazules han jugado con un equipo que luchaba por el ascenso, era mayor siempre la necesidad de ganar del rival y eso le permitía no tener que llevar la iniciativa.

Eso es lo que peor le va a la Real, atacar planteamientos muy conservadores como los que desarrollan equipos que están abajo, que ceden la iniciativa a un conjunto que Lasarte ha concebido más desde la solidez defensiva. Dos aspectos relacionados. Si el rival se limita a defender es más difícil marcar y más fácil no recibir goles. Y si la Real juega con un 4-2-3-1 con Rivas como pivote defensivo y el Rayo, por ejemplo, sale en Anoeta con un 4-4-2 con Movilla y Michel de medio centros, se entiende que en los últimos quince partidos del equipo blanquiazul se hayan visto sólo 21 goles y en los del cuadro vallecano 50.

Por eso no es justo que se carguen las tintas sobre los delanteros y se atribuyan todos los méritos a los jugadores defensivos. Todo el equipo defiende y ataca. Algunos pensaban que el problema ofensivo era Elustondo y los números dicen lo contrario. Siempre que ha dejado de jugar los resultados de la Real han sido peores y en los seis últimos, que no ha actuado, sólo ha sumado 2 goles y 7 puntos.