El director de programas de prospección de petróleo del Servicio de Gestión de Minerales (MMS) -dependiente del Departamento de Interior de EEUU-, Chris Oynes, anunció a sus compañeros que abandonará el cargo a partir del 31 de mayo, informó ayer un funcionario estadounidense.

El presidente de EEUU, Barack Obama, por su parte, designará una comisión especial para investigar las causas que provocaron el accidente de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon.

La comisión presidencial será similar a la creada en 1986 tras la explosión del transbordador espacial «Challenger» o la designada en 1979 después del accidente nuclear de Three Mile Island.

Además de analizar el vertido, la comisión estudiará las normas existentes sobre las plataformas petrolíferas.

El director general del grupo BP, Tony Hayward, mientras, señaló el lunes que el impacto medioambiental del vertido será «muy modesto».

«Es imposible decirlo y próximamente realizaremos una evaluación muy detallada, pero por lo que podemos observar en estos momentos parece sugerir que el impacto total sobre el medio ambiente será muy, muy modesto», declaró Hayward a la emisora Sky News.

Hayward ya señaló al viernes al diario «The Guardian» que el vertido era «minúsculo» en comparación con la inmensidad del océano.

El secretario de Interior de EEUU, Ken Salazar, dijo que el país depende del petróleo que obtiene con las perforaciones petrolíferas en alta mar, lo que supone un espaldarazo a su continuidad, pese al vertido.

Salazar, que compareció ante el Congreso, señaló que el Gobierno llevará a cabo exhaustivos análisis medioambientales y considerará cuidadosamente la seguridad de los trabajadores y los riesgos de un potencia derrame a la hora de desarrollar nuevas áreas para la exploración petrolífera.