«La mayoría de los periodistas no se pregunta por los lados menos obvios de las noticias»
Bilbaíno, licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, también máster en Ciencias Sociales y doctor en Ciencias Políticas, es profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha en Toledo. Pero su afición desde hace seis años es destapar en su blog «la baja calidad de mucha parte de la prensa».
Joseba VIVANCO |
Josu Mezo explica cuál es el origen de su iniciativa como internauta: «Si lo que los medios nos presentan como `datos' son incorrectos, mal entendidos o confusos, no podemos seguir avanzando».
¿Era necesario un blog como éste?
Afortunadamente, no hay que pedir permiso a nadie para hacer un blog, así que nunca he tenido que justificar que sea necesario. A mí me parecía que hacía falta debatir en público sobre la falta de rigor y precisión y el descuido con el que, a menudo, trabajan los medios de comunicación españoles, y un blog es una herramienta muy buena justamente para eso, para fomentar y animar una discusión que a uno le parece importante.
Tras estos seis años años de blog, ¿se reitera en que la calidad de buena parte de la prensa sigue siendo muy baja?
Sí. Desgraciadamente, una parte importante de los medios tienen muy pocos recursos y hacen sus informaciones a base de declaraciones, ruedas de prensa, notas de prensa y despachos de agencias. No tienen tiempo ni gente suficiente para comprobar bien lo que cuentan, y por eso se convierten, les guste o no, en meros repetidores de lo que otros quieren contar.
En su caso, la vigilancia se ha centrado en el rigor de los datos que se publican en las informaciones. ¿Por qué?
Pues porque otros males de nuestros medios, como el sensacionalismo o el sectarismo, son más conocidos por el público y más debatidos. A mí me parecía que este otro problema es tan o más importante para tener un público bien informado, y para poder debatir colectivamente sobre cualquier tema. Sin embargo, la gente quizá es menos consciente de su importancia y de lo extendido que está. La gente es consciente de que muchas veces los medios tienen sesgos políticos, pero quizá es menos consciente de que le dan también muchas informaciones erróneas simplemente por falta de profesionalidad.
Vamos, que el «corta y pega» hace estragos en la prensa...
Sí. Es un problema de recursos, que se ha agudizado ahora con la crisis y la bajada de los ingresos de publicidad, pero venía de atrás. Los medios quieren hacer, con muy pocos recursos y personal, un periódico, una web, una radio y una televisión local. Es, simplemente, imposible que periodistas que escriben tantas cosas y preparan tantas noticias, le presten a cada una el tiempo que merecen. Así que todos acaban contando lo mismo, es decir, lo que viene de la agencia, la frase llamativa de las declaraciones del político o el dato chirriante de una nota de prensa. De ahí que el «control de calidad» sea mínimo.
Pocos medios para tanta información... ¿pero pecan también los periodistas de pereza?
También, efectivamente. Muchos periodistas tienen malos hábitos, adquiridos en ese entorno profesional y, aunque les dieran tiempo, no tienen la rutina de preguntarse por los lados menos obvios de las noticias. Además, en muchos casos tienen mala formación, lo que les lleva, por ejemplo, a no cuestionar las noticias basadas en estadísticas, porque no saben qué hacer con ellas. No saben usar una hoja de cálculo, calcular un porcentaje o una tasa de crecimiento; entonces, tienen las manos atadas y se limitan a recontar lo que les llega de la empresa, el sindicato, el partido o el ministerio de turno.
¿Recuerda alguna de esas noticias numéricas especialmente «erróneas»?
Pues, precisamente, hace pocos días se batió el récord de la noticia numérica más errónea en malaprensa.com. Se trataba de un dato sobre la cantidad de espermatozoides total producida por todos los hombres del mundo y según lo que pude calcular, con la ayuda de un lector, el número publicado fue entre 45.000 millones de veces y 1,1 billones de veces mayor que el real. El título era «Siete cuatrillones de espermatozoides por minuto».
Pues vaya error de cálculo...
En fin, uno podría decir que esos errores con grandísimos números y sobre asuntos científicos serían disculpables. Sin embargo, los medios también reproducen sin rechistar otros errores enormes sobre temas sociales, sobre los que tienen conocimiento directo. El año pasado, por ejemplo, todos los medios reprodujeron que Madrid era una de las ciudades más seguras de Europa, con una tasa de homicidios de 1,4 por 1.000 habitantes. Ninguno se paró a pensar que en una ciudad de tres millones de habitantes eso significaría 4.200 muertes al año, o unas 12 al día, lo que obviamente, por su propia actividad de periodistas, deberían saber que no sucede. En realidad, la tasa era por 100.000 habitantes, y daría unos 42 homicidios al año en Madrid.
También es muy crítico con esas noticias de «cada minuto, X personas mueren en el mundo por la causa Y»...
Es que todo número, para tener algún valor informativo, necesita un elemento de referencia comparativo. Si te dicen que en Euskadi hay 1,1 matrimonios a la hora, ¿qué te dice ese dato? Nada. No tienes ningún número mental de referencia. No sabes si es mucho o poco. Incluso a veces se cometen graves errores. Recuerdo uno que decía: «Antes de que acabe de leer este artículo, en un sólo minuto, morirán 95 menores de 5 años a causa de la malaria». Si haces el cálculo salen unos 50 millones de niños al año... Una cifra imposible, pero queda bien.
«No saben usar una hoja de cálculo o calcular un porcentaje, así que se limitan a recontar lo que dice la empresa, el sindicato o el ministerio de turno»