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La impasible comunidad internacional

Tailandia continúa inmersa en el caos política y social aunque los tanques del Ejército hayan «limpiado» a tiros el centro de la capital. Un trágico desenlace provisional que, de nuevo, ha cogido a la comunidad internacional mirando para otro lado. Postura que no sería comprensible si el país asiático no estuviera tan alejado del «patio trasero» de EEUU o si los intereses económicos de los países occidentales no estuvieran a buen recaudo bajo el actual régimen monárquico. Conviene recordar que Tailandia es una potencia económica emergente, con cerca de 65 millones de habitantes, que forma parte integral del gran mercado global auspiciado por el capitalismo neoliberal y que, hasta hace apenas unos años, era presentado como un modelo a seguir por el crecimiento de su economía, basada fundamentalmente en las exportaciones.

El pulso que el movimiento de los «camisas rojas» -oficialmente se denomina a sí mismo Frente Unido por la Democracia y Contra la Dictadura- mantiene con el Gobierno de Abhisit Vejjajiva no ha terminado y todo apunta a que la situación tenderá a empeorar. Los llamamientos al diálogo por parte de ese movimiento popular, que aglutina diferentes sensibilidades políticas y sociales, están cayendo en saco roto, en gran medida, porque quienes controlan el poder en Bangkok no siente ninguna presión internacional -ni la de Occidente ni la de China- sobre sus cabezas.

Por ello, resulta ya casi grotesco que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas vuelva una y otra vez a debatir las mismas propuestas de sanciones contra Irán o contra Corea del Norte, mientras no mueve ni un dedo para cambiar el caótico escenario de Tailandia. Y eso a pesar del notable impacto mediático que ha tenido la larga protesta en el centro de la capital de un país visitado por cientos de miles de turistas cada año. Las tímidas reprimendas que se lanzan desde Bruselas o Washington hacia Bangkok dan la impresión de que quienes desean que se produzca un cambio político en Tailandia hacia la democracia deberán continuar luchando solos. Así lo han hecho hasta ahora.

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