Tradición y toques actuales se unen vital y místicamente en la música de Omar Faruk Tekbílek
El turco Omar Faruk Tekbílek se acerca a Bilbo para presentar «El árbol de la paciencia», álbum, como su obra pretérita, donde se mezcla Oriente, que prevalece, con Occidente, todo de forma sobria y sutil.Pablo CABEZA | BILBO
Omar Faruk Tekbílek trata la música con serenidad, como el lejano Oriente, como se inicia asimismo «El árbol de la paciencia» con «Espíritu común», cinco minutos que en directo implicarían cerrar los ojos e invertir el tiempo en el oído. Pero el turco Omar Faruk no sólo propone ensimismación, pues también danza por ritmos coloristas y populares, como sucede en la ligera «Júbilo», para volver de nuevo a los pies de los camellos en el oasis que supone «Ghizemlí» o en los evocativos diez minutos de «Tree of patience». Cuatro ejemplos que describen la estética de Omar, si bien queda el contenido, las notas que mezclan la tradición de la música turca, árabe, con las influencias occidentales, no excesivamente marcadas.
Ömer Faruk Tekbílek, conocido por Omar Faruk Tekbilek, es un virtuoso flautista nacido en Adana, al sur de Turquía, donde se mezclaban la cultura islámica y la bizantina, lugar de cruce y charla entre filósofos, artistas... y actores, unos allí nacidos otros llegados por su fama de ciudad culta y profunda.
Omar encontró en su hermano Hadji la primera guía para sus pasos. Estudió Kaval, una pequeña flauta diatónica, pero su inquieto espíritu pronto le llevaría a interesarse por otros instrumentos y texturas. En realidad, Omar no tuvo muy complicado dedicarse a la música, pues además de su talento natural, sus tíos poseían una tienda de instrumentos musicales, a la que Omar se acercaba todas las tardes después de la escuela. Allí aprendió baglama (laúd turco de cuello largo), los complicados ritmos turcos, las escalas, lectura musical... Precoz en su interés, Omar con 12 años comenzó a actuar en pequeños clubes de la ciudad.
Música y filosofía
En paralelo a sus estudios musicales, Faruk se interesó por el sufismo (brazo místico del Islam) con la idea de convertirse en monje; no obstante, con quince años dejó la escuela para dedicarse a la música. Para él, éste es el camino más corto a Dios, «tocar es como rezar», señala.
Con diecisiete años se marchó a Estambul, donde conoció a los Mevlevi Dervishes, una de las órdenes sufíes más antiguas de Turquía, que tuvo una gran influencia en su aproximación mística al sonido. Prosiguen los viajes, las experiencias y su llegada y reposo en Nueva York.
Ahora presenta «El árbol de la paciencia», pero las paradas pueden sucederse por cualquiera de su docena de proyectos.
Día duro un lunes para sentir inquietudes en el cuerpo, pero quizá la propuesta relajante y festiva de Omar Faruk pueda ser la vitamina ideal para el inicio de semana.
Lugar: Teatro Campos Eliseos de Bilbo.
Fecha: Hoy, lunes 24.
Hora: 20.30.
Precio de la entrada: Desde 21 euros.
Formato: Sexteto.