Imanol Idiakez será hoy uno más entre los 30.000 aficionados realistas que se acercarán a Anoeta para empujar al segundo ascenso, tras el primero que consiguió el pasado domingo en Oion como entrenador del Sanse antes de conocer el lunes que no será renovado por ser fiel a una forma de entrenar: «Espero ir a Anoeta, es un día en el que tenemos que estar todos empujando al equipo. Llevamos cuatro puntos al cuarto a falta de cuatro partidos, es una grandísima ventaja, hay que empujar en esta última txanpa y seguro que entre todos lo conseguimos».

Idiakez se queda en el final de sus dos temporadas como entrenador del Sanse «con las imágenes del domingo, del partido de Oion, de la cena después, de la imagen de unidad que dio el equipo dentro y fuera. Con la satisfacción de ver a los chavales unidos y cómo han vivido todo el año. Me he sentido afortunado por entrenar a este grupo».

Sobre la sorpresa que puede causar que fuera renovado después del descenso y que no le ofrezcan seguir tras el ascenso, explica que «el año pasado fue muy duro. Que te vaya mal a nivel de resultados es duro, pero en tu equipo es doblemente duro. Esta temporada ha sido muy buena, es complicado recuperar una categoría al año siguiente y me voy con la tranquilidad de conciencia de que el Sanse va a estar el año que viene en la categoría más idónea para formar jugadores. El año pasado hubiera entendido que el club decidiera no seguir conmigo porque los resultados mandan. Todo el año sentí el apoyo de los responsables técnicos. Vine de la mano de Juanma Lillo, salió, pero el director deportivo que trabajaba con nosotros decidió que continuara. Ahora decide que sea otra persona y no tengo más que dar las gracias al club y desearles mucha suerte a todos».

Se va con elegancia porque «mis padres me hicieron socio de Atotxa con dos años. He mamado estos colores, tuve la suerte de ser jugador hasta el Sanse, que salí con una lesión de tibia. Mi hermano ha jugado casi 300 partidos en Primera en la Real y no tengo la más mínima duda de que lo más importante es la Real y no me podría permitir ser un problema para este club».

Preparación física

El motivo de su salida es su apuesta por un modelo de entrenamiento diferente al que los responsables del club quieren que tengan todos sus equipos. Para defender ese modelo destaca que «en el mundo del fútbol hay falta de información. Cuando vine con Juanma aplicamos el método estructurado de entrenamiento, que es utilizado por clubes como Barcelona, Villarreal o Arsenal. De los tres que subieron el año pasado, Xerez y Tenerife trabajaban este método que, por mi experiencia como entrenador, es el mejor para desarrollar las capacidades del jugador en todas las estructuras. Incluida la condicional, a la que damos gran importancia. Parece que no se la damos a la preparación física, pero es al revés. Le damos mucha importancia a cada metro que se recorre, a cada recuperación, al número de jugadores en cada tarea... Lo que buscamos es la mejor manera de entrenar a un equipo para que al final gane partidos».

Para avalarlo recuerda el gran final del Sanse, que en los últimos doce partidos ganó ocho y empató cuatro, con 20 goles a favor y 3 en contra: «Esto no es ciencia, es un juego y a veces entra y otras no, pero el equipo ha demostrado que ha terminado en muy buena forma en la mejor Tercera de los últimos años con diferencia. Por eso me gustaría que se diera el mérito que se merecen los chavales».

No se plantea si el ascenso le ayudará a encontrar equipo: «El fútbol está muy complicado y a ver si alguien tiene confianza en mi trabajo y me llaman. Mientras tanto, lo importante es conseguir en estos cuatro partidos el otro ascenso». Y tras él ve en el Sanse jugadores que pueden jugar en Primera: «Hay esperanzas en el club en algunos de los jugadores que he tenido, pero para que la gente pueda consolidarse arriba primero hay que darles la oportunidad, confiar en ellos y tener paciencia».