Gorka ANDRAKA | Periodista
La tarjeta roja del diario
En el principio fue un culo. Terso. Desnudo. Melocotón... La primera piedra de San Mamés Barria, el estadio que reemplazará a la mítica Catedral del fútbol, ha coincidido con su última entrevista a «El Correo», el centenario y rancio periódico. Los jugadores del Athletic de Bilbao se rebelan ante la publicación de unas fotos de su compañero Fran Yeste tomando el sol desnudo en un yate y anuncian en un comunicado que no concederán más entrevistas durante tiempo indefinido a ese diario. El trasero de Yeste convulsiona el pueblo vasco.
«Se van a enterar quién manda aquí». La frase, metafórica, por supuesto, resuena estos días por los despachos y redacciones de «El Correo». Más de lo mismo. La prepotencia de este medio, su infame manera de trabajar, crean escuela y convertirán al periodismo vasco en una ciénaga repleta de acobardados y muertos de hambre, una jauría de loros y roedores. «Si no sales en «El Correo», no existes», insisten orgullosos sus dueños. Y si apareces, aún peor. Sólo puede ser como ellos quieran, digan, cuenten.
«Compro «El Correo» porque trae muchas páginas sobre el Athletic», reconoce un buen amigo, de izquierdas y revolucionario. ¡Así nos va! ¡Les va! Por eso, el plante de los futbolistas vale tanto. «No digas que No. / Sí puedes cambiar el mundo. / Sólo precisas / un brazo, / una mano, / piedras», arenga el poeta David González en «La hora de pelear». La primera piedra, la tarjeta roja, está puesta. En el principio fue un culo y parecía imposible.