Así sea a trancas y barrancas, el PSE, debidamente tutelado por el PP, sigue en su campaña de desnacionalización del trozo de Euskal Herria que gobierna mediante trucaje. Ahora aplazan las sanciones a las empresas que no atiendan en euskara y anuncian que derogarán el decreto aprobado por el Gobierno de Ibarretxe. La obsesión por minorizar el euskara viene de antiguo. Y es que los partidos unionistas saben que sin lengua, sin cultura, los pueblos se diluyen.