El presidente de la patronal navarra quiere una reforma «lo más profunda posible»
Quedan doce días para que se cumpla el plazo para que el Gobierno español apruebe la reforma laboral, y ayer los responsables de las patronales navarra y guipuzcoana apostaron por un nuevo marco legal con un despido más barato y más facilidades para los empresarios.GARA |
El presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), José Antonio Sarría, apostó ayer por una reforma laboral «lo más profunda posible», aunque sea sin acuerdo y por decreto. «El Gobierno [de Zapatero] tendrá que actuar» afirmó, considerando además que esa reforma es «urgente».
Sarría, que ocupa el liderazgo de la CEN desde hace unas pocas semanas, sostuvo que ««uno de los principales problemas» que tiene el mercado laboral del Estado español es «la tremenda segmentación» existente entre quienes tienen un contrato indefinido «y, por tanto, están asegurados por un despido de 45 días», y quienes sufren unas condiciones de trabajo más precarias. Para hacer frente a esta situación, Sarría citó como «posible» solución, no un cambio de legislación contra la precariedad laboral, sino la implantación del contrato con indeminzación por despido de 33 días por año trabajado.
También afirmó que «tenemos que hablar de la flexibilidad, del absentismo» y de otras cuestiones sobre las que aún confió en poder pactar con CCOO y UGT. Sobre la posibilidad de que se convoque una nueva huelga general, el dirigente patronal señaló que «este país no está para hacer huelgas generales» que, argumentó, «va a castigar mucho más a las empresas, que ya están suficientemente castigadas».
Eduardo Zubiaurre
En parecidos términos se expresó el presidente de Adegi, Eduardo Zubiaurre, quien defendió una normativa laboral «con facilidades para contratar» pero también «para rescindir contratos». En una entrevista en Radio Euskadi, el responsable de la patronal guipuzcoana sostuvo que la actual normativa «dificulta la contratación».
El presidente de Adegi también defendió la reforma laboral, ya que, sostuvo, el actual marco legal es «muy rígido, muy poco flexible e ineficiente».