Apuesta de futuro y por la tecnología
La Bienal de la Máquina Herramienta apura las últimas horas de su vigesimosexta edición, que termina mañana sábado, bajo el signo de la crisis. Sin embargo, y aunque el sector no ha podido sustraerse a los efectos negativos de la recesión global, la muestra ofrecida en Barakaldo tiende puentes al optimismo, de la mano de un elevado nivel tecnológico. Se ha hecho notorio, sin lugar a dudas, el descenso en el número de compradores, como consecuencia directa del freno que las empresas aplican a sus inversiones a la espera de una clarificación de los mercados. Y también se ha notado la falta de tirón inversor por parte de las potencias tradicionalmente punteras: Alemania e Italia. Sin embargo, la feria sigue arrojando cifras interesantes: en el BEC se han reunido esta semana más de un millar de firmas venidas desde 24 países diferentes.
A lo largo de su larga trayectoria, la Bienal ha vivido otras crisis de calado y también ha visto cómo el sector vasco de la máquina herramienta ha sido capaz de superarlas con éxito. Su principal baza ha sido y sigue siendo la especialización, diferenciando su oferta de la que se hace desde gigantes como China, India. No cabe olvidar que esa especialización se logra invirtiendo en formación y, sobre todo, en las personas, en los trabajadores. Quien no sea consciente de esto perderá a medio plazo mucho más de lo que pueda ahorrar a corto.
El futuro del sector, a decir de sus propios empresarios, pasa por insistir y renovar el compromiso con la marca que ha caracterizado a la máquina herramienta en las últimas décadas: la innovación tecnológica continua como garantía de creación de valor añadido y riqueza. Y, además, fomentar el contacto directo tanto con los mercados internacionales tradicionales como con otros de carácter emergente, en busca de clientes que apuesten por una calidad que pocos pueden ofrecer. En definitiva, un sector productivo modelo para Euskal Herria, al margen de especulaciones, y comprometido con la economía real.