Un flojo Caja Laboral Baskonia sucumbe ante el Real Madrid
Defender y jugar, o no hacerlo; ésa es la cuestión
Prigioni guió de maravilla al Real Madrid y Tomic mostró su futuro NBA. Mientras, el cuadro gasteiztarra se diluyó tras el descanso. El pase a la final será un cara o cruz que se jugará mañana en Zurbano.
REAL MADRID 80
CAJA LABORAL BASKONIA 62
Arnaitz GORRITI
«Queremos la cabeza de Prigioni», suele cantar la hinchada baskonista. Su cabeza tal vez no, pero su cerebro y su temple desde luego que le vendrían de maravilla a un Caja Laboral Baskonia que claudicó en el cuarto partido del play off ante el Real Madrid porque bailó al son del base de Río Tercero y porque Ante Tomic demostró que su futuro es la élite de la NBA. Eso, y que mientras los de Messina defendieron hasta el punto de ahogar a los baskonistas -excepto a Splitter y Eliyahu-, los de Ivanovic no lo hicieron.
El segundo duelo de Vistalegre comenzaba con un parcial de 11-2 para el cuadro merengue y dos faltas de Splitter. Ivanovic debía parar el partido porque se le terminaba en 2 minutos y 19 segundos.
El parón le vino bien al cuadro gasteiztarra, así como la entrada de English. Con la intensidad del canadiense, además de una nueva lección de garra de Splitter, el Baskonia limó su desventaja hasta adelantarse 24-26 al final del primer cuarto.
Pero con el segundo período volverían las malas noticias. La rotación y los parones no beneficiaban en nada a los gasteiztarras, mientras que el Real Madrid se encomendaba a la defensa, los rebotes de Tomic y la mano de Bullock para dar otro estirón e irse 47-39 al descanso.
Y ahí se acabó el partido, porque esa inercia se acentuó a partir del tercer cuarto. A los tiradores gasteiztarras se les nubló la vista -2 de 16 en triples-, con lo que quedaba Splitter como única opción de ataque, y ante rivales como Tomic, Bullock o Reyes, que cada vez tira mejor de tres, era insuficiente. Habrá que encomendarse a ganar mañana al mediodía en Zurbano.
En la misma línea que sus jugadores, Ivanovic se mostró bastante desquiciado. Superado por Messina, se «olvidó» de Palacio y Herrmann, y se desmadró en una absurda bronca con un técnico de sonido en un tiempo muerto.
Con más comodidad de la que se esperaba (102-89). Los Lakers sumaron su primer punto en la final de la NBA frente a los Celtics de Boston. En un abarrotado Staples Center, los vigentes campeones superaron a unos Celtics incapaces de parar a Kobe Bryant -30 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias- y Pau Gasol -23 tantos y 14 rechaces-. Destacó también el marcaje de Ron Artest sobre Paul Pierce. El segundo envite, también en Los Angeles, se disputará mañana.