Hace un año, tras cuatro reuniones de trabajo, se pusieron las bases de la futura reordenación de La Herrera, en la que, en una primera fase, se pretende intervenir sobre 4,8 hectáreas de las 11 de superficie total de un espacio marcado por su pasado portuario e industrial. El Ayuntamiento de Pasaia, gobernado por la izquierda abertzale, ha pretendido dar la palabra a los vecinos frente a la postura que mantienen otras instituciones, como la Diputación o la Autoridad Portuaria, que no contemplan preguntar a la ciudadanía y menos aún que sus ideas lleguen a materializarse en un proyecto urbanístico de calado.

A raíz del documento de síntesis redactado en julio de 2009, de noviembre a febrero se desarrollaron nuevas reuniones, con la participación de partidos políticos (izquierda abertzale, EB y EA), en la que se elaboró el trabajo que ahora se invita a analizar y avanzar en las medidas a adoptar. En él se identifican los puntos de encuentro que permitirán la redacción y materialización de la propuesta.

Obdu Lorenzo, concejal delegada de Democracia Participativa, subraya la importancia del camino recorrido y que luego llegará el tiempo de la «confrontación política» en el Consistorio para materializar el diseño que han perfilado los vecinos.

La Herrera es un terreno de dominio público cuya titularidad recae en el Estado español, aunque es el Consistorio de Pasaia quien dispone de todas las competencias urbanísticas y a quien, denuncian, se las desean arrebatar la Autoridad Portuaria, la Diputación y la sociedad interinstitucional Jaizkibia.

Tanto los responsables municipales como los vecinos que han participado en el proceso subrayan la importancia de La Herrera como «espacio de oportunidades» para un municipio como el de Pasaia con una densidad de población de 300 habitantes por hectárea, sin contrapartidas de espacios libres. «La ocupación de los suelos susceptibles de aprovechamiento ha sido voraz y caótico, y los desequilibrios producidos entre población y equipamiento son de tal magnitud que no cabe pensar, incluso a medio plazo, en una solución aceptable al problema», advierten.

De ahí, el valor estratégico del puerto en el futuro de Pasaia, fundamentalmente de Trintxerpe y su entorno. Pese a este análisis, en las consideraciones y propuestas de las normas urbanísticas vigentes, se constata que «en los últimos años ha primado el desarrollo económico e industrial portuario frente a una ordenación equilibrada y medioambiental aceptable del municipio».

Espacios libres, no pisos

Ante el futuro, quienes han participado en la fase previa del proceso, aseguran que «la necesidad de espacios libres es infinitamente superior a la necesidad de construcción de vivienda nueva» en la Herrera Norte y una oportunidad para mejorar la conexión entre los diferentes barrios pasaitarras y con el mar. Asimismo, se reclama la construcción de aparcamientos subterráneos.

Así, se cree que La Herrera debería albergar zonas verdes, lugares tranquilos para pasear con prioridad peatonal, zonas con sombra y espacios específicos para la práctica de deporte por parte del vecindario, sin olvidar la conveniencia de contar con una casa de cultura o un edificio multiusos que incluya servicios culturales habituales como biblioteca, escuela de música, locales de ensayo, auditorio o ludoteca.

En el capítulo de infraestructuras docentes, se recuerda que entre los municipios guipuzcoanos de más de 10.000 habitantes, Pasaia es el único que carece de centros públicos de Secundaria y Bachiller, y la posibilidad de que se dote al municipio de otro especializado en imagen y sonido, diseño, artes gráficas, sin olvidar una residencia para estudiantes universitarios. También se aborda la posibilidad de equipamientos para las personas mayores, como un centro de día y locales para el uso de diferentes colectivos, de los que ahora no disponen.

Uno de los aspectos en los que existe consenso, es en que no hay que diseñar una reordenación desde la diferenciación entre La Herrera Norte y Sur. Se parte de la constatación de que la Autoridad Portuaria tiene unos planes para La Herrera Sur pero, a pesar de ello, abogan porque la ordenación del espacio portuario no vuelva a condicionar a la trama urbana. «Hay que garantizar la coherencia de lo que se haga con una comunicación fluida y la vertebración del territorio», resaltan.

En el ámbito de las actividades económicas, se incide en la importancia que debe asumir la mar con iniciativas vinculadas a la hostelería y el ocio; un puerto deportivo, articulado y compatible para todos los sectores de la población; y el desarrollo de una economía relacionada con el desarrollo del comercio local. Entre los asuntos que ya se dejaron sobre la mesa está la creación de un museo naval atractivo y vinculado a la historia de Pasaia y a su entorno natural privilegiado.

La importancia del impulso a las actividades económicas se efectúa después de incidir en que Pasaia es un municipio con una realidad social «complicada», con un número importante de receptores de renta básica, bajo nivel de renta y alto nivel de paro. «El presupuesto municipal es más bajo que el de municipios similares», remarcan.

«La creación de empresas ayudaría a crear riqueza y a que el pueblo se beneficiara de la misma», argumentan en las reflexiones compartidas por los participantes en el proceso. Respecto a las características de las empresas a emplazar, se aboga porque estén vinculadas a la tecnología o a los servicios nada contaminantes.