Dieciséis años después de que ELA y LAB se manifestaran en Bilbo a favor del Marco Vasco de Relaciones Laborales (MRVL), estas dos centrales se movilizararán este sábado, a partir de las 17.30, desde la plaza Sagrado Corazón, con el mismo objetivo. Lo harán junto a ESK, STEE-EILAS, Hiru y EHNE, y también reivindicarán un sistema propio de protección social, el rechazo y la retirada de la reforma laboral y de las pensiones, y exigirán un nuevo rumbo en las políticas económicas y sociales en favor de la mayoría de la población, que es la que está padeciendo la crisis económica con virulencia.

Las seis formaciones sindicales denuncian que los gobiernos «se han plegado» a los intereses de la patronal y de la élite económica en contra de los trabajadores, por lo que la respuesta, a su juicio, debe ser «contundente» para rechazar los recortes sociales que se aplicarán y para demandar que Euskal Herria pueda decidir su propio escenario económico, laboral y social.

La mayoría sindical vasca reiteró ayer que hay alternativa -refrendada por la firma de más de 132.000 ciudadanos vascos-, para conseguir un modelo económico más justo, un mercado laboral igualitario con empleo fijo y un modelo fiscal progresivo, además de garantizar las pensiones mediante un sistema de Seguridad Social vasco y unas prestaciones sociales acordes a las que se producen en otros países de la UE.

Ainhoa Iturbe, representante de EHNE, demandó a los gobiernos «políticas económicas a favor de la mayoría de la población», mientras que Josu Balmaseda, de ESK, añadió que después de dos años de crisis económica «los gobiernos han entregado grandes cantidades a los poderosos y ahora nos dicen que tenemos que pagar nosotros el déficit y la deuda, mediante recortes en las condiciones sociales y laborales».

Jabi Garnika, secretario general adjunto de LAB, destacó que «ni los gobiernos ni los políticos han hecho nada por variar el rumbo de la crisis en estos dos largos años» y, según explicó, lo que se ha hecho es «actuar contra el sector público». «No es casualidad -agregó-, porque ese tipo de actuaciones han reforzado y endurecido el camino que sigue la patronal». Garnika precisó que los poderes económicos están ya por encima del poder político, y frente a ello indicó que «hay alternativa a este sistema económico que nos ahoga, porque la mayoría sindical vasca ya presentamos en setiembre en el decálogo para salir de la crisis, sólo hace falta voluntad política». Por eso, señaló que el sábado «tenemos que reivindicar el derecho a tomar decisiones» y animó «a movilizarse para mostrar en la calle que no estamos de acuerdo con las políticas económicas adoptadas en favor de los poderosos».

Adolfo Muñoz, «Txiki», secretario general de ELA, recordó que hace un año, cuando convocó la huelga general, la mayoría sindical dijo que si no se variaba la política económica emprendida, vendrían los recortes. «Nos criticaron los políticos, los demás sindicatos y los medios de comunicación. Hoy estamos peor, porque los ajustes de derechos laborales y económicos están sobre la mesa», dijo.

Muñoz insistió en que «CCOO y UGT han acompañado al Gobierno español, y está K.O. Son una comparsa de los gobiernos» porque «están a merced de los mercados financieros». Se preguntó «¿quienes son los mercados?», respondiendo que «son los sinvergüenzas a los que les han dado miles de millones, más de 61.000 millones y ahora controlan la política económica». Ante esta situación, pidió a la clase trabajadora y a la población en general «salir a la calle a luchar y a reivindicar que es necesario un cambio de políticas que beneficien a la mayoría».