Este nuevo plan que los nuevos inquilinos que han llegado a Ajuria Enea a través de unas elecciones antidemocráticas quieren aplicar, impartir adoctrinando, sobre la deslegitimación de la violencia podría generar una polémica innecesaria y seguramente rechazada por los representantes, responsables y trabajadores del sector de la enseñanza y en la misma medida por la mayoría de la sociedad.

Creo que ni es el momento ni el lugar idóneo, sobre todo por la edad de los alumnos y alumnas, un sector bastante saturado y probablemente con otras prioridades y necesidades, tanto de personal como de sistema más acorde con la coyuntura actual y mirando al futuro. Lógicamente, debo decir que doctores tiene el sector de la enseñanza que seguramente tendrán un punto de vista diferente al de los nuevos educadores de Ajuria Enea.

Pero volviendo al elemento clave de por qué estoy en contra de esta iniciativa, digo lo siguiente: no encuentro la formula para explicar a los alumnos y alumnas cómo deslegitimar la violencia. Qué pautas se deberían tomar para transmitir lo que fue el alzamiento militar fascista de 1936 y sus consecuencias dramáticas con 40 años de dictadura, un genocidio por el que nadie pagó y sus estructuras que se mantienen hasta nuestros días.

Cómo intentar deslegitimar la violencia explicando con claridad los asesinatos cometidos por las fuerzas de ocupación con y sin siglas (BVE, GAL...).

En qué momento de la clase se les explicarán los asesinatos políticos (Santi, Josu...) y la tortura, esta lacra que hoy, 35 años después de la muerte del dictador, sigue sin desaparecer. Arregi, Mikel Zabalza, Lasa y Zabala, Jon Anza... desaparecidos durante y después de la dictadura...

Cómo deslegitimar la violencia poniendo encima de la mesa miles y miles de actos violentos. Entiendo que es muy delicado y difícil de explicar claramente toda la historia represiva y violenta de las últimas décadas.

Tenemos una violencia permanente contra las mujeres dentro y fuera de los trabajos.

También en el mundo laboral cientos de casos contra la clase trabajadora.

¿Cómo habría que explicar la vulneración permanente que sufren los presos y presas políticos y sus familiares? Una situación gravísima que roza el genocidio.

También tenemos la violencia que ha utilizado ETA para responder a la represión que ejercen los estados español y francés.

Deberíamos tener voluntad de hacer desaparecer todas éstas y más violencias, pero no a través de esas hipotéticas clases a los alumnos.

Aunque sí estoy a favor de una verdadera memoria histórica que sirva para que a partir de ahora no se repita nada parecido.

A pesar de que no conozco exactamente la forma ni el objetivo por los que quieren llevar a las aulas esta materia, creo que no ayudaría a potenciar la normalización y la convivencia, algo tan necesitado.

Supongo que sería más correcto empezar a desactivar todos los mecanismos represivos dentro y fuera de las prisiones. Este sería un buen comienzo para deslegitimar la violencia y de esta manera generar un periodo de distensión y confianza.

Lógicamente, es una opinión y aportación con la intención de que pueda servir para no cometer otro error y por lo tanto un nuevo paso atrás para la normalización y la pacificación

Así que, de momento, no a la invasión en las aulas. Doctores tiene el sector de la enseñanza.