El primer ministro de Japón, Naoto Kan, tendrá que abordar con urgencia el reordenamiento de las finanzas de su país, muy endeudado. En este sentido, podría decretar una alta subida de impuestos al consumo, aunque para ello debería renunciar a las promesas electorales de su partido.

El ex ministro de Finanzas tomó el poder de la segunda economía mundial en una fase de recuperación, tras haber sufrido su peor recesión en medio siglo.

Japón necesita actuar en relación a su exorbitante deuda, equivalente al 200% del PIB, la mayor proporción entre los países desarrollados.

«De inmediato»

«Las reformas fiscales, incluido un aumento de impuestos sobre el consumo, son necesarias, y lo son de inmediato», apuntaba el poderoso diario económico «Nikkei».

La comunidad empresarial acogió con simpatía el nombramiento de Kan.

«La fuerte recuperación económica en Japón ofrece una oportunidad ideal al Gobierno para poner en marcha una reforma fiscal destinada a reducir la deuda, a diferencia de Grecia», donde el cremiento es más lento, dijo Julian Jessop, economista del Instituto de Investigaciones Económicas.