«La idea es romper los seis meses de cerco paramilitar a San Juan Copala»
A medianoche salía de México DF una caravana humanitaria con destino al muncipio de San Juan Copala, en Oaxaca. Su objetivo, romper el sitio impuesto por los paramilitares hace seis meses. A finales de abril otra caravana trató de romper el asedio, pero cayó en una emboscada de la Ubisort en la que fallecieron dos activistas y hubo una decena de heridos de bala. Nadie garantiza la seguridad a los activistas que partieron ayer cargados de medicinas y alimentos.
Aritz INTXUSTA
Sabemos que los paramilitares han puesto barricadas en el camino», advierte Zósimo Camacho, periodista de la revista «Contralínea» , quien viaja incrustado en la caravana que tratará de entrar con ayuda humanitaria a San Juan Copala, un municipo autónomo de Oaxaca, en méxico, que vive bajo estado de sitio desde hace seis meses. Los paramilitares de Ubisort son los responsables de que los habitantes del pueblo, indios triqui, no puedan ni entrar ni salir de Copala. Ni siquiera pueden salir de sus propias casas sin riesgo a ser tiroteados por este grupo paramilitar, al que se vincula con el PRI, el partido que se dice de centro izquierda y gobernó México entre 1929 a 2000.
«La caravana lleva ayuda humanitaria: medicamentos y comida para los habitantes de San Juan Copala que están sitiados por grupos paramilitares desde noviembre», explica Camacho. La caravana viaja en respuesta a la demanda de ayuda de los habitantes del municipio autónomo. Ésta vez acuden diputados del opositor PRD, entre ellos el coordinador del grupo parlamentario, además de activistas, universitarios, sindicalistas y defensores de los derechos humanos. «Por lo que sé hasta ahora, seremos poco más de 200 personas las que nos pongamos en marcha», afirma.
No obstante, ni el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, ni el secretario del Gobierno de esta región, se comprometen a mantener la seguridad. «Resulta sorprendente que el gobernador señale que no tiene capacidad de garantizar el libre tránsito por las carreteras estatales y federales», subraya el periodista poco antes de emprender el viaje. Para Camacho, «falta voluntad política». No obstante, las negociaciones no se habían cerrado anoche. Los organizadores seguían peleando porque un convoy de policías o federales les protegiera en la ruta. «Sé que se ha abierto una vía de diálogo directamente con el Gobierno central, esperemos que tenga la suficiente sensibilidad. Estamos a la expectativa», sostiene.
La protección es clave. La anterior caravana, el 27 de abril, fue emboscada y murieron dos personas, y los supervivientes -entre ellos, 12 heridos de bala- identificaron a la Ubisort como el atacante. Este sábado, la Ubisort colocó barricadas de piedras al parecer movidas con maquinaria pesada para impedir el paso a cualquier vehículo. «El diálogo y las decisiones que se tomen en el seno de la caravana se antojan claves para que alguien retire esas barricadas, ya sean los miembros de la caravana u otra gente. Si no, resultará imposible», asegura.
Camacho se aventura a decir que «habrá prudencia» por ambas partes, aunque sabe que la presencia de activistas internacionales no garantiza nada. Precisamente, el activista finés Jyri Antero Jaakko fue uno de los que perdieron la vida durante la emboscada de abril. La otra víctima mortal fue la activista mexicana Beatriz Alberta Cariño, que había acudido varias veces Euskal Herria a explicar la problemática mexicana de la mano de Mugarik Gabe Nafarroa. Muchos otros, entre ellos, la periodista de «Contralínea» Érika Ramírez y el fotógrafo David Cilia, compañeros de Camacho, estuvieron desaparecidos durante días tras el ataque.
San Juan Copala se encuentra en una zona montañosa. «Ésta será la zona crítica -apunta el periodista- las barricadas en los alrededores de Copala, donde no tenemos cobertura y no habrá posibilidad de comunicarse con el mundo».
Para hoy está convocada una jornada de apoyo a esta caravana humanitaria en varias ciudades de Europa. En concreto, esta tarde se instalará un punto informativo en la Plaza del Castillo de Iruñea en el que se informará de las últimas novedades que ocurran a la caravana humanitaria. El puesto se colocará a las 18:00 horas y, a las 20:00 horas, tendrá lugar una concentración. Asimismo, en Lizarra y Gares también se han organizado concentraciones de apoyo. Esta iniciativa solidaria se completa en Nafarroa con la declaración institucional que ha emitido el Parlamento y con la presentación de mociones de repulsa que actualmente se tramitan en varios ayuntamientos. Según explica Idoia Fernández, de Mugarik Gabe Nafarroa, «hay que demostrarles que no están solos. Esto nunca tiene un gran titular en los medios, pero de alguna manera, el estar atentos a qué les ocurra es una forma de disuadir a los paramilitares de que ataquen el convoy». A.I.