Irán calificó ayer de «ilógicos y equivocados» los planes de la Unión Europea (UE) de endurecer las sanciones contra la República Islámica por su programa nuclear.

La UE tiene previsto seguir adelante con sus planes de endurecer las sanciones contra Irán mañana, con medidas que afecten a la inversión en el sector energético, dando un paso más que la ONU en su cuarta ronda de sanciones contra Irán, según un borrador obtenido por la agencia Reuters.

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea, que son los responsables de acordar la posición común del grupo de cara al Consejo de la UE de mañana, suscribieron el lunes una declaración que va más a allá de las sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU la pasada semana.

Irán ha minimizado el impacto de las sanciones internacionales en repetidas ocasiones, pero las nuevas medidas podrían ser más perjudiciales para el gran productor de petróleo porque afectarían a su sector energético, según los analistas.

«La política del palo y la zanahoria de la UE es equivocada e ilógica porque esas medidas no resolverán la cuestión», dijo el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Ramin Mehmanparast, en su conferencia de prensa semanal.

Las sanciones de la UE irían dirigidas contra «sectores clave de la industria del gas y el petróleo» de Irán, el comercio -incluyendo las mercancías de uso dual-, la banca, las aseguradoras y el transporte -incluyendo el transporte de mercancías marítimo y aéreo-. El Congreso de EEUU también está diseñando su propio paquete de medidas adicionales contra Irán.

«Las sanciones no frenarán las actividades nucleares de Irán. Las sanciones nos harán más decididos a ser autosuficientes», declaró Mehmanparast.

Irán dispone del 11% de las reservas de crudo del mundo y cuenta con las segundas reservas de gas, pero las sanciones que enfrenta desde la Revolución Islámica de 1979 han limitado su capacidad de desarrollar su sector energético, incluida la capacidad de refinamiento.

La República Islámica estima que necesita aproximadamente 20.000 millones de euros al año en inversiones en su industria energética y que sin esos fondos podría verse obligado a convertirse en un país importador de energía. Las sanciones de la ONU y EEUU están obligando a Irán a dirigirse hacia empresas asiáticos en busca de la financiación que precisa.