Uno de los tres accesos fronterizos de Argentina y Uruguay reabrió ayer tras el bloqueo que ecologistas argentinos mantuvieron desde noviembre de 2006 para protestar contra una planta papelera instalada en territorio uruguayo.

La Asamblea Ambiental de la ciudad argentina de Gualeguaychú dijo que el levantamiento del bloqueo es un «aporte» mientras espera que los gobiernos argentino y uruguayo avancen en las negociaciones para el control ambiental conjunto de la fábrica finlandesa UPM (ex Botnia), pero alertó de que la protesta «sigue en pie».

Escoltados por banderas de ambos países y carteles contra la papelera, los ecologistas insistieron en que la planta debe ser reubicada, afirmaron que los controles también se deben hacer dentro de la fábrica y pidieron que Uruguay les permita ingresar en el país para difundir su posición.

«Que trabaje»

El presidente uruguayo, «José Mujica, tiene la posibilidad de dejar este paso abierto. Que trabaje con (su homóloga argentina, Cristina) Fernández para asumir un compromiso serio de cuidar el medio ambiente. No vuelvan a poner ustedes la barrera», pidieron los ecologistas.

Los activistas también solicitaron a las autoridades que se arbitren las medidas para controlar el paso de los camiones con productos para la papelera, y reclamaron la divulgación de estudios de universidades argentinas que, según ellos, muestran que «hay contaminación» por la planta.

La decisión de levantar el bloqueo se tomó tras la presión que ejerció la demanda penal que presentó el Gobierno argentino contra los asambleístas por graves delitos como sedición, instigación a la violencia, intimidación pública e interrupción del transporte.

En los últimos meses, ambos presidentes han tratado de encauzar el diálogo y marcar reglas de funcionamiento.