Desciende a Segunda B
Con las botas puestas hasta el final
El cuadro irundarra agotó todas las opciones de permanencia y tendrá que pelear al menos un año en la categoría de bronce para volver a la de plata. Un gol de Portillo y otro en propia puerta de Descarga dieron por finalizado un año bonito pero con final triste.
REAL UNIUON 0
HERCULES 2
Imanol CARRILLO
Demasiadas cosas tenían que suceder en la tarde de ayer. Y pasaron. Pero todas en contra del Real Unión. Por lo que este viaje con tantos altibajos, emociones, tristezas y alegrías ha llegado a su fin con el resultado de un conjunto irundarra descendido a Segunda B.
Parece difícil en estos momentos de tristeza sacar algo positivo de esta amarga derrota, pero si sirve de consuelo, todos aquellos que han integrado el Real Unión esta temporada pueden estar bien orgullosos de su trabajo porque siempre serán, de corazón por lo menos, de Segunda División.
Y así lo demostraron en el terreno de juego, que es donde hay que hacerlo, hasta el pitido final del partido y de la campaña. Con la filosofía de siempre como seña, los jugadores txuribeltz se dejaron el alma hasta el minuto 94, pasando por diversos estados de ánimo en el trascurso del choque según se iban informando de los resultados de otros campos.
La realidad es que los irundarras tuvieron a un Hércules mejor plantado en el campo -por algo ha ascendido a Primera- desde el comienzo. El Unión presionaba bien arriba, pero los alicantinos sacaban bien la pelota, jugándola, con toque para salir de esa presión constante.
El primer varapalo llegó en el minuto 11 de partido, pero a cientos de kilómetros de Irun. Mikel Rico marcaba el 0-1 para el Huesca en el encuentro que le enfrentaba al Celta en Vigo.
El Unión no se vino abajo, y Goikoetxea dispuso de la mejor ocasión del partido al mandar a las nubes un balón a bocajarro delante del guardameta Calatayud. Dos minutos después, los alicantinos no fallaron su ocasión. Un gran Tote dejaba atrás a la zaga unionista dentro del área para ceder el balón a placer a Portillo.
El mazazo fue mayor cuando los retransmisores comenzaron a gritar goles a cal y canto. Albacete, Las Palmas, Salamanca, incluso Cádiz marcaron en sus respectivos duelos, algo muy malo para los intereses unionistas, desde luego.
Más factores negativos
En la reanudación, había expectación por ver cómo se comportaría el cuadro guipuzcoano tras su paso por vestuarios. El Cádiz ampliaba su cuenta ante el Numancia (4-0) y el Salamanca vencía por 1-2 en Villarreal.
Toda una serie de factores negativos fueron secundados en el minuto 54 con el desgraciado gol en propia puerta de Iñaki Descarga, un ejemplo de jugador durante toda la temporada. Pero el día no acompañaba a nadie, y él tuvo que ser el perjudicado en el plano más personal.
Los más de mil aficionados del Hércules desplazados a Irun comenzaron más que nunca a animar a su equipo. No se quedaron atrás los del Unión, que hasta el final apoyaron a su club como nunca lo habían hecho.
Con el pitido final del colegiado Gal vivió dos caras: la de los alicantinos celebrando el ascenso a Primera, con invasión de campo incluido, y la de los irundarras tristes, desolados y con lágrimas en los ojos.
No era el final que todos esperaban, ni mucho menos. Pero la experiencia de jugar en Segunda no se la quita nadie a estos jugadores que han dado la cara por su escudo durante todo el año. El trabajo constante no siempre tiene el premio esperado. No pasa nada. Tienen algo más importante: el cariño de la gente. ¡Que ya es mucho!
Las celebraciones de los jugadores y aficionados del Hércules retrasaron más de la cuenta la rueda de prensa de ambos técnicos. Algo que podría haber sido mejor para Iñaki Alonso para templar la tristeza. Aunque ni por esas pudo el de Durango esconder un rostro serio con alguna que otra lágrima.
Casi sin poder soltar palabra, reconoció que «tuve la experiencia hace dos años, pero los objetivos son tan máximos, tan duros... Nuestro equipo, como siempre, ha muerto con las botas puestas. Lo ha intentado, lo ha querido. Es muy duro».
También se refirió a la afición: «Lo más duro era ver a la afición que seguía animando y que nosotros no le hayamos podido dar la permanencia».
Como lo ha demostrado a lo largo de la temporada, apoyando a sus jugadores fuese cual fuese la situación, también quiso dar ánimos a Iñaki Descarga, autor del segundo gol en propia puerta. «Lo ha dado todo, se ha dejado la vida, la piel. Es muy triste. Me hubiera gustado que fuese yo el que hubiese metido esa mierda de gol», recalcó.
No quiso finalizar su intervención sin dejar bien claro que «sé que hemos hecho muchas cosas buenas. El club ahora es más grande que hace dos o tres años. Pero es verdad que es una decepción. Cuando una afición se vuelca tanto, es duro».
Su salida de la sala de prensa fue acompañada con una emotiva ovación de gratitud y quizá de despedida.
El técnico del Hércules, Esteban Vigo, señaló que «nos lo merecemos» y relató que «no es fácil lograr el ascenso con dos equipos diferentes -ascendió al Xerez el año pasado-. En aquella ocasión ascendí y me tuve que ir. Espero continuar aquí».
CARRILLO
