En los últimos días se ha hablado muchísimo sobre la afición de la Real Sociedad. Sin querer menospreciarla en ningún momento -todo lo contrario-, no hay que olvidarse que dentro del herrialde hay otros seguidores como, en este caso, los del Real Unión. Es muy fácil animar a tu equipo cuando las cosas salen bien, genial, perfecto, brillante. Pero en los peores momentos es cuando de verdad se ve la verdadera calidad de una hinchada que apoya a su equipo hasta donde haga falta. Y los seguidores irundarras se han dejado el alma en cada acción, bien sea en Gal, o en Córdoba o Salamanca. El estadio se ha llenado prácticamente todos los domingos y lo vivido ayer no tiene palabras. Si un equipo debe ser calificado por su afición, el Real Unión no tendría que estar en Segunda B, sino en Primera, junto con los más grandes.