MUNDIAL 2010 Los «repre» quieren vencer a Paraguay tras su empate con los «kiwis»
Los nietos futbolísticos de Daucik, a por los octavos
El que fuera entrenador del Athletic es la figura más legendaria de la historia del balompié eslovaco.
Beñat ZARRABEITIA
Lejana en el tiempo, pero el fútbol vasco cuenta con una conexión con el balompié eslovaco. Y es que Fernando Daucik es uno de los entrenadores más carismáticos, prestigiosos y laureados de la historia del Athletic. A su vez, «don Fernando» como era conocido en la capital vizcaina, es uno de los personajes más importantes en el deporte de su país de origen.
Nacido el 30 de mayo de 1910 en la localidad de Sahy, Daucik desarrolló su carrera en el Cssk Bratislava y Slavia de Praga. Fue un defensa de gran nivel y defendió los colores de Checoslovaquia en los Mundiales de 1934 y 1938. Durante la II Guerra Mundial, en 1942, Daucik disputó un partido internacional conla selección de Eslovaquia.
Tras colgar las botas, inició su exitosa trayectoria como entrenador. En primera instancia dirigió al Slovan de Bratislava y posteriormente ejerció el cargo de seleccionador checoslovaco. Tras salir de su país, en 1949 pasó a integrar el equipo Hungaria. Un combinado formado por futbolistas que habían dejado los países del Este y que disputaba diferentes giras por los países de la Europa occidental. Así, en 1950 llegaron a la capital hispana para medir sus fuerzas ante España, una selección de jugadores madrileños y el Espanyol. La gran figura de aquel equipo era el yerno de Daucik, un delantero llamado Laszy Kubala.
Su talento llamó la atención de la directiva del Barcelona, que no tardó en incorporarlo a sus filas. Como condición para firmar con los catalanes, Kubala impuso que Daucik tenía que ser el entrenador del conjunto blaugrana. No le fue mal, ya que al frente de los culés ganó dos Ligas y tres Copas.
En 1954 fichó por el Athletic y su paso por Euskal Herria también fue altamente exitoso. Los rojiblancos se alzaron con la Liga de 1956 -la última hasta el doblete con Clemente- y dos Copas, en 1955 y 1956. Bajo su dirección, los leones vivieron la mágica tarde nevada ante el Manchester United. El Athletic venció por cinco a tres al equipo que casi dos años después sufriría la tragedia aérea de Múnich.
Fue un periplo sumamente productivo, pero harto de las críticas, Daucik decidió desafiar a la rancia prensa de la época alineando al portero Carmelo Cedrún como delantero. El experimento, obviamente, salió mal, ya que el de Iurreta era un excelente guardameta, pero no sabía anotar goles. Fernando Daucik dimitió. Fuera de San Mamés, el eslovaco dirigió entre otros al Sevilla, Zaragoza, Atlético u Oporto. Falleció en 1986.
Siete años más tarde, tras ejercer el país el derecho de autodeterminación y separarse de la República Checa, se estrenó de forma oficial la selección eslovaca de fútbol. Desde entonces, ha permanecido a la sombra de su particular hermana mayor, hasta superarla en las eliminatorias para Sudáfrica.
Potencia en deportes como el hockey sobre hielo, los eslovacos han desatado su pasión por el fútbol con su estreno en un Mundial. Todas las televisiones retransmiten en abierto el torneo y los aficionados esperan que su equipo se reponga del empate ante Nueva Zelanda y obtenga el pase a octavos.
Karol Dobias, Anton Ondrus o Marian Masny, todos ellos eslovacos, fueron piezas clave para que Checoslovaquia lograse el título de la Eurocopa de 1976, torneo recordado por el penalti de Panenka.
Fue el futbolista referencia de la selección durante los años inmediatamente posteriores a la independencia. Jugó en el Real Madrid y Oviedo, y falleció tristemente durante unas vacaciones en Tailandia.
Una de las grandes revelaciones de la temporada en el fútbol europeo ha sido Lucas Barrios. El delantero del Borussia Dortmund ha anotado 18 tantos en la última edición de la Bundesliga y se ha confirmado como un futbolista muy a tener en cuenta. Sin embargo, debido al elevadísimo nivel de los atacantes con los que cuenta la selección argentina, Barrios no parecía tener opción alguna de disputar el Mundial de Sudáfrica. Hasta que apareció Gerardo Martino.
El seleccionador guaraní, ex jugador del Tenerife y argentino de nacimiento, convenció a Barrios para jugar con Paraguay. La madre del delantero es originaria de aquel país y en virtud de la opción lus sanguinis que incluye la constitución paraguaya, Barrios pudo obtener la nacionalidad de su madre.
La desgracia sufrida por Salvador Cabanas, tiroteado en un bar de México, le abrió las puertas del equipo de par en par. Comparte delantera con Cardozo, Nelson Valdez y el veterano Roque Santa Cruz. Sus goles en los amistosos previos y el rendimiento ante Italia le han convertido en la nueva sensación guaraní.
B.Z.