A pesar de que el PSE logró ayer defenestrar al jeltzale Juan Cruz Nieves, acusándole de una gestión «deficiente», la guerra abierta con el PNV en el Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB) no ha concluido, ya que la mayoría no presentó un candidato en el orden del día. El diputado general vizcaino, José Luis Bilbao, en su calidad de presidente del CTB, calificó lo vivido ayer de «descabezamiento» y dijo que la decisión abre «un escenario de vacío de poder».

Mientras el viceconsejero de Transportes de Lakua, Ernesto Gasco, defendía en rueda de prensa que tras el cese de Nieves no existe «ningún interés político», Bilbao afirmaba de forma categórica que «obedece única y exclusivamente a una decisión política. No ha habido ni un solo argumento económico ni de gestión que avale esa posicionamiento». Para el diputado general «se trata, por lo tanto, de un acto sectario y de imposición de una mayoría nominal».

Bilbao advirtió al PSE de que no deben olvidar que la salud financiera del CTB depende presupuestariamente de la institución que él preside. «Jamás una intervención sectorial, un servicio público como el transporte había estado bajo la tutela de un impulso político partidario como el que se dirige desde la llegada del Partido Socialista al Gobierno vasco. La eliminación de proyectos como el tranvía a Rekalde, el soterramiento de Urduliz, la tarificación de los accesos a Mamariga, el proyecto de ampliación ferroviaria a Castro o las últimas decisiones del Consorcio de Transportes son decisiones insólitas que ponen en evidencia lo que un consejero de la mayoría nominal advirtió en la última sesión: `Hacemos lo que nos da la gana porque somos mayoría'».

Gestión «deficiente»

Por su parte, Gasco calificó como «deficiente» la gestión de Nieves. El viceconsejero señaló que, «en plena situación de crisis, nos hemos encontrado con unos posicionamientos desde el pasado mes de febrero que hubieran podido suponer nuevos créditos, deudas e intereses y, por lo tanto, mayor pago por parte de la ciudadanía vasca en su conjunto y, especialmente, de la ciudadanía vizcaina».

Los representantes de Lakua presentaron un informe, que fue repartido el viernes pasado a todos los miembros del consejo, de una auditoria independiente y la conclusión, subrayó Gasco, «es que no ha lugar a dudas sobre los remanentes de tesorería que existían en el CTB y que si bien en el proyecto presupuestario de febrero sólo suponían 200.000 euros de ingresos financieros, en el aprobado en mayo ascendía a 56 millones de euros».

«En menos de dos meses, de 200.000 euros se pasó a 56 millones de euros, lo cual evitaba un endeudamiento elevado y ha supuesto un ahorro importante a las arcas públicas de Bizkaia y del conjunto del País Vasco», reiteró el viceconsejero.

Además, el representante del PSE señaló en la comparecencia que el informe de esta auditoria «corrobora las dudas y las incertidumbres que los propios representantes del Gobierno vasco habíamos tenido al conocer el informe del anterior gerente del Consorcio de Transportes de Bizkaia, Juan Cruz Nieves».